El Observatorio Económico de Andalucía (OEA) ha mejorado en dos décimas sus previsiones para el 2017 y pronostica que la economía andaluza crecerá un 2,4%, tres décimas menos que la de España, con lo que «se siguen alejando de la media española».

El presidente del Observatorio Económico de Andalucía, Francisco Ferraro, presentó ayer, junto con el profesor de la Universidad Pablo de Olavide Manuel Alejandro Hidalgo, un informe sobre la evolución de la economía andaluza, en el que estima en un 2,6% el crecimiento en el 2016, tres décimas menos que la media nacional.

En el primer trimestre del 2017 esta institución baraja un aumento del PIB en Andalucía del 0,7% y vaticina que la economía andaluza seguirá este año la senda de la recuperación apoyada en el consumo privado gracias a la subida de las rentas salariales y los beneficios empresariales y al consumo público «si se cumple el presupuesto expansivo» de la Junta para este ejercicio, puntualizó Ferraro.

La demanda externa «no jugará este año un papel tan importante» por las dudas sobre el brexit, que pueden afectar a las exportaciones de Andalucía y también al turismo, según el informe del OEA, que cuenta con el apoyo técnico de la UPA y en colaboración de la Fundación Cámara.

La economía andaluza será de las más rezagadas en recuperar el nivel de PIB que tenía antes de la crisis y se prevé que lo consiga a finales de este año, pero no así la renta per cápita. En cuanto a la evolución económica del 2016, el profesor de la UPO ha explicado que a pesar de las incertidumbres sobre la política nacional, el brexit y las elecciones en EEUU, la economía regional mantuvo un vigor mayor del que se preveía, por lo que las políticas monetarias expansivas del Banco Central Europeo (BCE), la creación de empleo y la confianza de los consumidores y empresarios han sido factores más favorables que los riesgos mencionados.

El consumo privado ha tirado de la economía andaluza durante el 2016, aunque se desaceleró en la segunda parte del año, si bien en el último trimestre frenó su ajuste, mientras que el consumo público se debilitó a lo a largo del año pasado y en los tres últimos meses se ha empezado a recuperar.

La inversión es el componente de la demanda que peor comportamiento tuvo el ejercicio pasado, si bien gran parte de la debilidad proviene de la inversión pública debido al exiguo aumento de la licitación del 0,5 %, que está «bajo mínimos en Andalucía», ha alertado Manuel Alejandro Hidalgo. No obstante, apuntó que en los próximos meses se esperan crecimientos positivos de la licitación de obra pública.

El sector exterior ha tenido un papel destacado en el crecimiento andaluz con un crecimiento de las exportaciones en torno al diez por ciento frente al dos por ciento de alza de las importaciones. Por el lado de la oferta, la industria mantiene una tendencia positiva, sobre todo la actividades manufactureras que compensan la deficiente evolución de la energía; en la construcción persiste una ligera mejoría y la evolución de los servicios es coherente con la contracción del consumo privado.

Para el 2017, la economía andaluza está condicionada por la evolución del contexto internacional y nacional y por la capacidad de los factores de producción regional para aprovechar las posibilidades que ofrezca la coyuntura.