Junto a sus hermanos, Pura Torres ha colaborado con su padre desde que era pequeña en la empresa heladera David Rico, que ha cumplido el 75 aniversario de su llegada a Córdoba

Llegado el verano, infinidad de empresarios de la industria heladera del Levante español se repartían por la península para hacer la temporada . Cuando asomaba el otoño se volvían a casa con el zurrón lleno. Uno de esos vendedores callejeros de helado era David Rico, nacido en Ibi (Alicante), que antes de la guerra hacía su agosto particular por el norte de la provincia, más exactamente en Peñarroya-Pueblonuevo. Cuando estalla la contienda decide bajar hasta la ciudad y su figura, con el carrito pregonando su rica mercancía, comienza a hacerse popular. Sin embargo no es hasta 1938 cuando se instala en la plaza de las Tendillas.

Han pasado algo más de 75 años y varias generaciones de cordobeses siguen siendo fieles a uno de los mejores helados de Andalucía. Pura Torres Esteve es la administradora de la firma.

--Tengo entendido que David Rico fallece sin tener hijos. ¿Cuál es, entonces, su vinculación con él?

--Mi padre, José, un gran profesional del helado, era familia de David Rico y hacía la temporada en Galicia. Y luego pasaban el invierno juntos en Ibi. Un año, en plena temporada en Córdoba, David Rico enferma y le pide a mi padre que se venga para ayudarle. Cuando muere Rico, mi padre, junto con otro socio, se hacen con la empresa (1966). Ahora los propietarios somos tres: Amado Brotons, que vive en Alicante, mi hermano Pepe y yo.

--Ha trabajado desde muy joven el helado y conoce perfectamente el negocio, ¿ha cambiado mucho en todos estos años?

--Los clientes se van renovando, pero muchas familias nos siguen siendo fieles porque a los cordobeses les gusta el buen helado, y nosotros seguimos teniendo elaboración propia en una fábrica que tenemos en Las Quemadas.

--¿Qué helado se vendía más en aquella época?

--Se hacían pocos sabores, no como hoy. De siempre nuestro mantecado ha sido el líder. También se consumía mucho el tutti-frutti , crema tostada, espuma de limón, chocolate y fresa.

--¿Y hoy?

--Hoy el gusto es muy diverso. Algunos de los que más se venden, aparte de los tradicionales, son el chocolate fondán, filadelfia con fresas y crema catalana. Se han sacado sabores nuevos y uno de los que más aceptación ha tenido es la nata con kit-kat. Luego en los meses más calurosos se consumen muchos sorbetes y granizadas de diferentes sabores. Pero una cosa tiene siempre presente el cliente: la calidad, y de eso podemos presumir. Por eso llevamos tantos años en Córdoba, donde hay cinco sucursales.

--¿La crisis ha golpeado al sector?

--Se ha notado mucho pero ahora parece que está resurgiendo.