Ambientazo extraordinario en la noche del sábado y madrugada del domingo en Dos Torres, donde se celebró la tercera edición del Gran Juego de la Oca.

Todo el casco urbano se convirtió en un gigantesco tablero de este conocido juego de mesa y los 216 participantes, en un total de 27 equipos, cada uno identificado con un color de camiseta diferente, tenían que lanzar el dado que determinaba cómo iban a ir avanzando.

Las más apreciadas eran las casillas donde había una, oca pues les permitía avanzar más rápido, diciendo eso de «de oca a oca y tiro porque me toca». Se trataba de llegar al final en el menor tiempo posible, por eso las carreras de los equipos por las calles eran espectaculares para llegar a la siguiente casilla, siendo, por supuesto, la más temida la de la muerte porque implicaba retroceder en el juego.

Pero avanzar en el casillero en función de la casilla que correspondía implicaba superar las pruebas, un total de 33, perfectamente regladas, que se repartían por todos los rincones del pueblo; el recinto ferial, la calle San Blas, el Puente del Barrio, la Plaza de Torrefranca, Santo Cristo, la calle Carmona, la plaza Ruy Díaz, las calles Granada, Mayor, la Plaza de Elisa Ramírez y la Plaza de la Villa.

Poco después de las 20.00 horas comenzó el juego. Entre tantas carreras y desgaste físico, a las 23.00 horas se interrumpió la partida durante una hora para cenar, refrescarse y tomar un refrigerio.

Después se reanudó, y así hasta que pasadas las 3.30 horas de la madrugada todos los equipos habían llegado y se anunciaron los premios.

El primer premio lo logró el equipo de Los Vencejos (25’58’’), cuyos integrantes disfrutarán de un fin de semana en un alojamiento rural y 120 euros para gastar en supermercados locales.

El segundo premio lo logró el equipo de Arrebosanditos (29’29’’) y la tercera plaza fue para Aberronchos (30’35’’).

La organización también anunció que el premio al equipo «más pupas» correspondió a Los Correvuelas, la mejor presentación la ganó Los Mezclaítos y el galardón a la mejor afición fue a parar a Militronchos.

Dioni Cuenca, de quien partió la idea y principal promotor de este evento, que cuenta con el respaldo de las concejalías de Deportes, Juventud y Cultura del Ayuntamiento de Dos Torres, destacó su satisfacción por el desarrollo del juego en el que interactuaron más de 300 personas, teniendo en cuenta a los voluntarios de la organización, que vestían camisetas naranjas, y a lo que hay que sumar los espectadores repartidos por todo el recorrido.

Un total de 85 casas comerciales patrocinaron el juego, en el que tomaron parte fundamentalmente jugadores jóvenes que forman sus propios equipos procedentes de distintas localidades de la comarca.

Dioni Cuenca hizo hincapié en el espíritu que preside el Gran Juego de la Oca, señalando que «esto es un juego, no una competición», ya que, aunque haya suculentos premios para los ganadores, el principal fin, «que se ha cumplido con creces», era que tanto jugadores como espectadores pasaran una velada que no olvidarán.

En la Plaza de la Villa, adornada con los colores de las fichas, los participantes aún tuvieron fuerzas antes de la entrega de premios de realizar la coreografía preparada para la ocasión con la canción de la oca de Teresa Rabal. H