«La implantación de la Lomce nos va a crear este curso muchas incertidumbres y muchas dudas», afirmó ayer la delegada de Educación, Esther Ruiz, que dice ir «cargada de preguntas» a las reuniones que tiene previstas estos días tanto en la Consejería de Educación como en la Sectorial de Educación del PSOE a la que pertenece. Hasta ahora, explicó, la Junta de Andalucía «ha intentado minimizar en lo posible los cambios» que propugna la nueva ley educativa, «pero este curso es ya el primer año de todo y Andalucía tiene que replantearse cómo va a hacer frente a ello, sobre todo el tema de las reválidas».

La Lomce dice que habrá pruebas de capacitación, iguales en todo el Estado, al final de cada etapa: en Primaria, la ESO y el Bachillerato o FP. Los exámenes de ESO y Bachillerato tendrán efectos académicos, es decir, será necesario aprobarlos para obtener títulos de Graduado en ESO y de Bachillerato. Hasta ahora, en Andalucía, la prueba que se hizo en 6º de Primaria «fue de carácter orientativo, y nos llevaron a los tribunales», dijo Esther Ruiz, por lo que habrá que articular estas pruebas, con una Lomce en cuestionamiento por padres, sindicatos y partidos políticos y en el punto de mira de los nuevos pactos de gobierno. Además, las universidades tendrán que articular la nueva prueba que sustituirá a la selectividad.

De otra parte, la delegada de Educación no quiso pronunciarse aún sobre recortes y malestar del profesorado, pues dijo que aún quedan por colocar interinos y, a partir del 1 de septiembre, «surgen nuevas vacantes». Recordó Ruiz que la propia consejera de Educación, Adelaida de la Calle, ha asegurado que se mantiene la plantilla de docentes en Andalucía pese a que habrá este curso 13.000 alumnos menos. H