Las empresas jamoneras están haciendo esfuerzos para comercializar sus jamones y paletas en otros momentos del año al margen de la Navidad, pese a lo cual los tres últimos meses del año siguen representando el momento de mayor cifra de negocio, aunque cada vez menos.

Javier Castro, de Belloterra, señala que el último trimestre suele suponer el 30 o el 40 por ciento de la facturación anual aunque están relanzando sus ventas en otros periodos como el verano, una época en la que han buscado clientes en la zona de costa.

En Ibesa, Alfonso Blanco también ha señalado que este verano han vendido mucho producto gracias al formato de los loncheados ya que "es verdad que el verano no es la mejor época para las piezas enteras pero la demanda de los loncheados, envasados al vacío, ha crecido entre los particulares o incluso en el sector de la restauración".

Las empresas ofertan loncheados no sólo a máquina sino también a cuchillo, como lo haría un cortador de jamón, dando como resultado paquetes de cien gramos que conservan toda la calidad sin menoscabar el efecto que en la degustación produce la forma y el grosor de una loncha cortada directamente de un jamón.

Alfonso Blanco insiste en los beneficios del loncheado que logra que el jamón llegue a consumidores que no pueden permitirse comprar una pieza entera, que también llega a restaurantes donde no cuentan con un profesional cortador y que por su conservación consigue desestacionalizar las ventas de jamón y llevarlas también, por ejemplo, al verano.