Todo empezó en Moto3, siguió en Moto2 y concluyó, extrañamente, muy extrañamente, en MotoGP. Hacía, apunten, 10 años desde la última vez (China- 2005) en que no hubo ningún piloto español en los nueve escalones de los podios de las tres categorías. En aquella ocasión, los vencedores, segundos y terceros que impidieron que los españoles pisaran ni siquiera a un cajón, fueron: Mattia Pasini, Fabrizio Lai y Gabor Talmacsi en 125cc (Aleix Espargaró fue séptimo); Casey Stoner, Andrea Dovizioso e Hiroshi Aoyama en 250cc (Dani Pedrosa fue sexto) y Valentino Rossi, Olivier Jacque y Marco Melandri en 500cc (Sete Gibernau fue cuarto). Ascendidos a Moto2 los grandes dominadores de Moto3, Alex Márquez y Alex Rins, la escuadra invencible ha sufrido una dura derrota, pues el vasco y veterano Efrén Vázquez, ya con 28 años, solo pudo ser cuarto tras el francés Alexis Masbou, de 27 años, el italiano Enea Bastianini y el británico Danny Kent. Es posible que el dato no vuelva a producirse en los próximos 17 grandes premios, pero anoche ocurrió. A la victoria de Masbou se sumó, en Moto2, otro podio sin españoles. El alemán Jonas Folger le dio una alegría inmensa al popular cocinero Karlos Arguiñano, que tras lograr algún podio consiguió, por fin, su primer triunfo mundialista. Victoria que se produjo gracias a la caída del gran favorito, el británico Sam Lowes, y la avería que sufrió, faltando tres vueltas para el final, la Kalex de Johann Zarco. El piloto francés, mirando lo que le sucedía a su rueda trasera (o a la palanca del cambio), se despistó tanto que estuvo a punto de estrellarse contra el muro de los boxes. Tito Rabat se cayó en las primeras vueltas; Axel Pons tiró a Luis Salom. Alex Rins hizo una remontada magistral y se quedó a medio metro del podio.