Octava comparecencia consecutiva de Miroslav Djukic tras haber perdido un partido y poca diferencia hay entre los discursos que ha ido repitiendo. Casi siempre el mismo mensaje: no puedo reprochar nada a mis jugadores, el rival es superior y una crítica, más o menos velada, a la falta de calidad de la plantilla. Ayer, en La Rosaleda, no fue una excepción.

Porque al serbio se le vio conformista con el marcador adverso, como esperando un gol a la contra que nunca llegó y con unos cambios pieza por pieza. "Dime tú la idea", respondió en sala de prensa a por qué no había sido más atrevido. "¿Pongo a Fidel para cubrir atrás? Es normal porque tú no puedes desequilibrar el equipo. Ellos tienen gente muy buena en ataque y es evidente que nosotros no somos un equipo que puede dominar al Málaga. Si dominas, entonces, me despreocupo de la calidad, pero tengo que contrarrestar su calidad si quiero tener alguna opción. Con los cambios siempre pensamos en ganar desde el equilibrio. No puedo desequilibrar porque jugamos contra un equipo mejor que nosotros".

Pero en esos cambios no entró por primera vez, por decisión técnica, Fede Cartabia. "Ganar a las contras era el plan. Con gente de más trabajo. Ofensivamente puedes estar mejor si pones a Fede, pero pierdes en el trabajo, en el trabajo defensivo. Con Ekeng queríamos cerrar más la banda". En cualquier caso, "no puedo reprochar nada al equipo", dijo el serbio.

El Córdoba seguirá colista. "Va a ser muy difícil, pero vamos a pelear. No puedo prometer fórmulas mágicas, porque no las hay", zanjó Djukic.