FECHA Y LUGAR DE NACIMIENTO 25 DE ABRIL DE 1965, EN CORDOBA.

TRAYECTORIA CORDOBA, PALENCIA, BETIS (PRIMERA), CASTELLON Y EXTREMADURA (ASCENSO A PRIMERA).

Como un niño en el Día de Reyes, Valentín abre los enormes tomos que guardan los periódicos de noviembre de 1993, como si de un regalo se tratase. Entre nervioso y excitado. Le acompañan su actual pareja, Manuela Ruiz, y la hija de esta, Tamara. Narra como un abuelo sus hazañas juveniles. Sus aventuras con el balón. Estos días atiende a los medios. Se cumple una efeméride preciosa. Hace 20 años marcó el primer gol en El Arcángel. Cuenta todos los detalles. Revive el momento. Parece que fue ayer.

--¿Qué recuerda de aquel histórico partido?

--Me acuerdo de que todos teníamos muchísimas ganas de jugar. De inaugurar ese estadio. El ambiente que había en Córdoba. Se veía por las calles horas antes del partido cómo iba la gente por toda la Ribera y se llenó el campo. Una gran ilusión porque en el vestuario comentábamos un poco quién jugaría y quién marcaría ese primer gol en El Arcángel. Tuve la oportunidad de ser yo y comentamos los jugadores, un poco entre bromas, que no había dado demasiado tiempo para que nadie se me pudiese adelantar. A los cinco minutos conseguí aquel gol del que hoy, 20 años después, estamos hablando. Es un hecho que pasó a la historia tanto para el fútbol cordobés como para la ciudad de Córdoba.

--Narre ese gol.

--Nada más empezar el partido. Jugada de Julio Algar de las suyas, por la banda derecha. Era un futbolista que tenía una zancada bastante amplia y se incorporaba muy bien desde atrás. Llegó hasta la línea de fondo y centró al segundo palo, donde entramos al remate Loreto, Nandi y yo. Y bueno, al segundo entré yo y tal y como me vino el balón fue golpearla y... --hace un inciso- tal como lo estoy contando se me pone el vello de punta. Fue una gran ilusión. Un momento muy grande y, como estoy viendo aquí en la hemeroteca del periódico, una satisfacción que desde luego jamás en la vida se me podrá olvidar.

--¿Cómo lo celebró?

--Marqué el gol y yo tenía la costumbre de celebrar los goles, como se ve ahí (señalando las páginas de Diario CORDOBA del 8 de noviembre del 1993), corriendo hacia una banda. En este caso salí hacia el córner de gol norte- tribuna. Salí corriendo, un poco soltando toda esa alegría, y di un salto al aire y solté el brazo. Después me quedé un poco quieto, mirando a todos lados.

--Antes de jugar en El Arcángel el Córdoba estuvo haciendo un auténtico periplo por la provincia e, incluso, se tuvo que ir a jugar fuera de Córdoba.

--Sí, me acuerdo. Esa temporda, la que yo llegué, estuvimos jugando en Montilla y fuimos a jugar un partido a Linares, que fue contra el Melilla. Fue muchísima gente. Había ilusión por que se inaugurara el estadio. Había muchas expectativas, sobre todo con el equipo porque Rafael Gómez hizo un gran equipo, con grandes futbolistas. Lo que pasa es que en el fútbol muchas veces las prisas no te llevan a buen puerto y se quería ascender, quizás, demasiado rápido. Pero teníamos un buen equipo, con un buen entrenador como Luis Costa. Como digo, el día 7 jugamos en El Arcángel y ya a partir de ahí jugamos siempre en el estadio. Ahora lo han remodelado y se ha quedado precioso. Pero el primer día estaba sin terminar. Allí todos en el vestuario estábamos apretados. Los aficionados te veían desde arriba cuando te estabas duchando.

--¿Se parecía aquel proyecto al actual?

--Gómez puso más dinero. Pero había prisas y cada 10 meses se echaban a 12 jugadores y al entrenador. Había mucho desequilibrio. Ahora, deportivamente, las cosas van mucho mejor.