Reportaje

Una sede propia para la Real Academia de Córdoba

La institución lleva toda una historia de vida 'nómada' con la ocupación de varios edificios, siempre a la espera de contar con un espacio en condiciones donde desarrollar toda su labor

La rehabilitación de la sede de la Real Academia empezará este año

A. J. González

Noelia Santos

Noelia Santos

La Real Academia de Córdoba no ha pasado pocas vicisitudes en cuanto a su sede se refiere. La institución hunde sus raíces en la Real Sociedad Patriótica, que se creó en el año 1779. De su sección literaria surgió, ya a principios del siglo XIX, la Academia General de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes. En estos momentos, la Real Academia cordobesa ocupa un pequeño espacio en el edificio Pedro López de Alba, propiedad de la Universidad de Córdoba (UCO).

Sin embargo, mira con nostalgia al número 9 de la mítica calle Ambrosio de Morales. Allí, la Real Academia ocupó durante años dos casas, la número 9 y la número 9 bis. En 2007, el peligro que entrañaba el estado del edificio obligó a la mudanza hasta la calle Alfonso XIII. Lo recuerda Joaquín Criado Costa, quien durante 16 años presidiera la Academia. Calcula que fue en torno al año 1975 cuando la Real Academia empezó a funcionar en Ambrosio de Morales, tras años trabajando en el edificio del antiguo Ayuntamiento en la calle Pedro López.

Antigua sede de la Real Academia, en Ambrosio de Morales.

Antigua sede de la Real Academia, en Ambrosio de Morales. / A. J. GONZÁLEZ

La institución, recuerda Criado Costa, había tenido una vida «nómada», pues también había residido en otras localizaciones, como el Museo de Bellas Artes o el colegio Cervantes. A mediados de los años 70 del siglo pasado se traslada a Ambrosio de Morales. Ocupaba dos casas, la número 9 (que llegó a ser propiedad de la Academia) y la 9 bis (en manos del Ayuntamiento).

En este punto, el expresidente de la institución rememora un periodo en el que Miguel Castillejo, expresidente de Cajasur, intentó dotar a la Real Academia de una sede a su altura. Castillejo, manifiesta Criado Costa, «fue un gran benefactor de la Academia. Tuvo la intención de hacer un magnífico edificio para la sede, pero la burocracia se los cargó».

Criado Costa recuerda que aquel proyecto se cifró en 200 millones de pesetas, planteándose la posibilidad de que Cajasur pusiera 100 millones y la Academia buscara los otros 100. La idea era juntar ambas casas de Ambrosio de Morales y sobre la mesa se puso la posibilidad de algún tipo de consorcio con los poderes públicos de la época. No cuajó. Cajasur sí llegó a donar la casa de su propiedad (la 9), mientras se intentaba que el Ayuntamiento hiciera lo propio con la suya (la bis). Según recuerda el expresidente de la Academia, el Consistorio tenía en ese momento una deuda tan importante que no era legal que cediera un espacio de su propiedad a ninguna institución.

Estado en el que se encuentra el edificio que fuera sede de la Real Academia.

Estado en el que se encuentra el edificio que fuera sede de la Real Academia. / A. J. GONZÁLEZ

A partir de aquí llegaron «promesas, promesas y más promesas» y «un alcalde, y otro, y otro», rememora Criado Costa, que también asegura que un concejal del Partido Comunista, que era amigo suyo, le llegó a decir: «No os engañéis, todo el mundo os está engañando. Nadie os quiere donar la casa».

Obras de conservación

Lo que sí hizo la Real Academia es una obra importante de consolidación en el edificio, pues el estado empezaba a ser ruinoso. Lo hicieron gracias a una herencia y el trabajo fue de calado, aunque no se hizo todo lo que se pretendía por la protección que posee la muralla que da a la calle de la Feria.

Pero no fue suficiente. El estado del edificio llegó a ser tan lamentable que hubo que salirse de allí porque corría riesgo la integridad física de quien pisara el número 9 de Ambrosio de Morales. Criado Costa también lamenta que las humedades echaran a perder algunas colecciones de enorme valor, como una serie de fotografías que documentaban el Coro de la Catedral y otras que hacían lo propio con todo el curso del Guadalquivir. El material de la Real Academia se dejó en depósito en varios lugares, como la UCO, el Archivo Municipal o el Museo Arqueológico.

Un proyecto inminente

El ánimo de contar con una sede en condiciones parece haberse recuperado tras el anuncio del alcalde, José María Bellido, en el que asegura que el proyecto de reforma del edificio municipal de Ambrosio de Morales comenzará este mismo año. Criado Costa no lanza campanas al vuelo y también apostilla que todo eso luego habrá que conservarlo, un problema económico que, reconoce, sufren la mayoría de academias.

Suscríbete para seguir leyendo