No hay una decisión firme tomada pero sí es una de las opciones que se barajan. El alcalde, José Antonio Nieto, ofrecerá el solar de Miraflores que iba a albergar el Palacio del Sur diseñado por el arquitecto holandés Rem Koolhaas para construir el Museo de Bellas Artes. Se trata de una de las parcelas que el gobierno local contempla entre una lista de al menos diez ubicadas en ese entorno o en otras zonas de la ciudad en las que podría venir bien este equipamiento cultural. Una vez que la Gerencia de Urbanismo inicie los trámites para modificar el PGOU con el fin de mantener en pie los edificios del entorno de la Calahorra que iban a ser derribados para construir una gran plaza y el Museo de Bellas Artes, decisión que deberá aprobar el Pleno, el gobierno local se pondrá a disposición de Gobierno central y Junta para buscar el nuevo emplazamiento, "que necesita consenso con las dos administraciones", por lo que debe ser "del agrado" de ambas. La intención de Nieto es reunirse "con las dos y les vamos a ofrecer todos los suelos disponibles en Córdoba, que hay muchos y buenos, y sin que perjudique a nadie ni suponga un sobrecoste para el Ayuntamiento". Por ello, insistió en que "se fijarán los suelos que la Junta --que tiene derecho de veto-- y Gobierno digan que les encaja en su modelo de construcción y gestión del museo". Es más, Nieto hizo hincapié en que ubicaciones para el museo "hay muchas" y "algunas muy cercanas" a la parcela existente junto al bar Miguelito. A su juicio, el proyecto del Museo de Bellas Artes "es perfectamente realizable en cualquier ámbito con las dimensiones previstas".

Junto al Hesperia hay otra parcela también, aunque el inconveniente que tiene es que es de uso residencial, mientras que la contemplada para el Bellas Artes aparece definida en el PGOU del 2001 como equipamiento y la del centro de congresos de Miraflores ya fue objeto de innovación para convertirse en zona calificada como sistema general de equipamiento comunitario.

El hecho de que el entorno de La Calahorra pierda la plaza dibujada en el PGOU de 1986, recogida en el plan especial del río de 1992, y ratificada en el del 2001, que nacería con el derribo del colegio Rey Heredia y otros inmuebles, no es problema para Nieto, ya que la zona es rica en zona verde y jardines.