Si en algo han coincidido la Federación Comercio Córdoba --defensora de la peatonalización integral de Cruz Conde--, el consejo de distrito Centro y la Federación de Asociaciones de Vecinos Al--Zahara --partidarios ambos de la semipeatonalización y del paso de transporte público-- desde que se planteó la reforma de Cruz Conde, es en la necesidad de microbuses para el casco histórico, que aparecieron y desaparecieron de los planes del cogobierno de IU y PSOE por su elevado coste.

El nuevo equipo de gobierno del PP probó en otoño un microbús de 5,890 metros por 2,070, 2,810 de altura, 4.200 kilos de peso, capacidad para 23 pasajeros, autonomía de 120 kilómetros y con una velocidad máxima de 42 kilómetros, que comercializa la firma valenciana Clem y fabrica la italiana Breda Manarinibus. Desde entonces, el Ayuntamiento tenía en mente introducir los microbuses este año, aunque el problema era la financiación. En febrero, el gerente de Aucorsa, Carlos Sierra, adelantó a este periódico que se ha estado intentando involucrar a empresas interesadas en participar en Córdoba en un proyecto piloto con los microbuses. Entonces, puso sobre la mesa los principales obstáculos para la circulación por la calle Cruz Conde de los vehículos híbridos que se están empleando en la línea 1, que, por su tamaño --aunque menor que los tradicionales--, exigirían el retranqueo de algunos bancos, maceteros y árboles, además de que harían falta más.