El arte del caballo es la muestra más sublime que el animal ofrece en todas sus cualidades anatómicas y dinámicas. De ser admirado por su fortaleza y soberbia, sus movimientos gráciles cautivaron, principalmente, al hombre del Renacimiento, que se puso a disposición del animal, tanto que creó para él una escuela, un templo de saber ecuestre, denominado picadero, lugares regidos por la nobleza y en los que el caballo mostró esa cualidad única de moverse con elegancia, equilibrio y orgullo.

Una Universidad que acogió a las personas que más admiraban a estos animales singulares y a los ejemplares más cualificados para mostrar los movimientos naturales más audaces y destacados, tanto con sus mentores pie a tierra como montados.

Es la equitación. El renacimiento de los centauros cargados de nobleza.

Si el más renombrado de los centauros, Quirón -nacido de los amoríos de Saturno, transformado en caballo para tener relaciones con la ninfa del tilo, Filira- destacaba, entre otras numerosas cualidades, por los dones de la ciencia y de la gimnasia, el Renacimiento situó al hombre abierto al asombro, a la experimentación y a la alegría con la Naturaleza. La paz, los ejercicios gimnásticos, la ciencia y la cultura sobrepasaron a las Universidades y crearon unas escuelas también para los caballos, los picaderos.

Hombre y animal volvieron a encontrarse como anteriormente lo hicieron en el mundo olímpico, pero en esta ocasión de igual a igual, formando un binomio que deslumbró en las cortes europeas y en los palacios de la nobleza a partir del siglo XVI.

Nacieron las escuelas de equitación, con sus profesores y alumnos. Surgieron las diferentes formas de enseñar y las características de cada profesor de equitación fueron conformando los diferentes estilos. La equitación italiana fue dando sus primeros pasos y España sobresalió posteriormente en la educación de los caballos. Se intentó, por las monarquías europeas, copiar la destreza de los maestros picadores hispanos. Surgió la Escuela Española de Equitación de Viena -la famosa Spanische Hofreitschule-, ya en el siglo XVI.

Recogiendo la tradición de las diferentes escuelas aparecieron, ya en el XX, la escuela nacional de equitación francesa Le Cadre Noir de Saumur, la Escuela Portuguesa de Arte Ecuestre o la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre (estas dos últimas en el último tercio de la pasada centuria) y en los años finiseculares del XX, surge la escuela de Córdoba Ecuestre.

Córdoba Ecuestre

La asociación cordobesa, que el próximo día 30 cumplirá 23 años de su fundación, tiene entre sus objetivos la formación de jinetes. Una finalidad que en los últimos años ha sobrepasado las fronteras nacionales, convirtiéndose en foco de educación ecuestre apetecido por jinetes tanto de Europa como de América.

Una de las principales manifestaciones de Córdoba Ecuestre es la representación del espectáculo Pasión y duende del caballo andaluz y de las galas que celebra en eventos extraordinarios, como en la Feria del Caballo de Córdoba, Cabalcor, o durante la Fiesta de los Patios, con Arte ecuestre en los Patios, o en las salida internacionales que está realizando desde octubre del 2011. Estas acciones han llevado a los jinetes de la asociación cordobesa a alcanzar un alto nivel de equitación, tanto en doma clásica, trabajos a la mano, alta escuela española y la doma vaquera.

Calidad

La preparación de los jinetes de Córdoba Ecuestre y la calidad de los ejemplares con los que cuentan las cuadras de la entidad cordobesa han llamado la atención de los jinetes, aficionados y espectadores de lugares tan distantes como Viena, Roma, Nimes, París, Moscú, Aviñón, Saumur, Budapest, Lipica, Tarbes o El Jadida. Y este es uno de los motivos por el que los aficionados extranjeros están eligiendo la escuela de Córdoba Ecuestre para formarse en varios niveles y disciplinas.

Esta formación, que lleva ya tiempo realizándose y va in crescendo cada año, ha alcanzado la cifra de cien alumnos durante el 2019.

La procedencia de los jinetes que llegan a Caballerizas Reales para recibir formación es principalmente italiana, aunque también los hay de Francia, Alemania, Francia, Canadá, Irlanda y Estados Unido, que han participado en la oferta de carácter semanal que realiza la escuela cordobesa, con la impartición de clases teóricas y prácticas con la intención de progresar tanto en conocimientos como en técnicas.

La estancia suele ser de una semana, aunque una parte importante de los alumnos suelen repetir la estancia al año siguiente, o

acudir a Caballerizas dos o tres veces al año, como parte del grupo de jinetes y aficionados conformado por 14 italianos, que liderados por Francesco Fondriest -hermano de Maurizio campeón del mundo de ciclismo en ruta-.

Disciplinas

La disciplina que más imparten, aunque pueda parecer una paradoja, es la doma clásica, seguida por la doma vaquera y los trabajos a la mano. Esta elección la facilitan los conocimientos y experiencia de los jinetes de Córdoba Ecuestre y la facilidad que para ejecutar esta modalidad de la equitación tienen los caballos de pura raza española (PRE), con los que cuenta la asociación cordobesa, una cuadra que progresivamente ha ido aumentando en calidad y en número.

También el conocimiento que de los ejemplares españoles tiene jinetes llegados de fuera, como el caso de Fondriest, propietario de dos caballos PRE, a los que define con emoción como unos animales que «tienen su alma sencilla y dan todo su corazón». Por cierto, Francesco Fondriest comenzó a dar clases con Córdoba Ecuestre aconsejado por un famoso exrejoneador sevillano, y al conocer el edificio y su historia se emocionó, valorando el entorno en el que se imparten las clases, las Caballerizas Reales de Córdoba, donde nacieron los progenitores de los ejemplares que posee.

Enseñanza

Estas enseñanzas se realizan de manera individualizada durante varias horas al día, por la mañana. Cada jinete cuenta con un profesor que se dedica a enseñar en diferentes apartados.

Las personas que asisten a estos cursos suelen tener un nivel económico medio-alto, y una gran pasión por los caballos, con un gran interés por asistir a destacados centros internacionales y de calidad. Suelen ser alumnos que destinan parte de sus recursos económicos a aprender y perfeccionar sus conocimientos ecuestres, normalmente durante una semana.

El contacto con jinetes, aficionados, profesionales, personas y directivos de clubes hípicos a nivel internacional hace que Córdoba Ecuestre se esté promocionando principalmente en Europa. Además de las relaciones profesionales que adquieren y los conocimientos que recogen, que se aplican en las clases que imparten, con suficiente éxito, entre los próximos objetivos de la asociación está la ampliación de la plantilla de profesores y construir un centro de formación sólido y solvente.

La actividad de la escuela de equitación de Córdoba Ecuestre continúa a partir del próximo miércoles 26 de diciembre, con la presencia de otro grupo de jinetes y aficionados italianos, que regresan al regio edificio para continuar con su formación.

El futuro

Para el próximo año, Caballerizas Reales tiene previsto acoger como pupilos a nuevos contingentes de italianos, ya en enero, acompañado de algunos jinetes alemanes. Además, han reservado plaza alumnos procedentes de Estados Unidos y Canadá, que ya recibieron formación ecuestre por parte de los jinetes de la escuela cordobesa.

La escuela de equitación de Córdoba Ecuestre se ha convertido en otro pilar más, dentro del mundo del caballo, que conforma la Marca Córdoba y España, y en otra actividad capaz de atraer visitantes extranjeros.