Adiós a la grasa de la campana: este es el truco definitivo para eliminarla

Esto es lo que tienes que hacer para acabar con ella

Adiós a la grasa de la campana este es el truco definitivo para eliminarla

Adiós a la grasa de la campana este es el truco definitivo para eliminarla

Mantener la limpieza y el orden en casa no es sencillo en muchas ocasiones: con los ritmos de trabajo, las responsabilidades familiares y las tareas domésticas a las que debemos enfrentarnos todos los días en ocasiones resulta difícil encontrar el hueco para profundizar en las zonas de la casa a las que hay que dedicar una atención especial.

Por este motivo, es buena idea fijar un día dedicado especialmente a revisar cuáles son las zonas que necesitan de una mayor inversión de tiempo o de recursos: lugares del hogar que no están a la mano donde hay que desmontar o mover algunos componentes para acceder de forma eficiente a la suciedad más difícil.

Decidir de antemano cuándo vamos a enfrentarnos a la limpieza profunda de nuestra casa es una forma de planificar que, a la larga, puede ahorrarnos dinero y tiempo y que representa un recurso muy adecuado para mantener la higiene.

Entre las áreas de la casa más exigentes en la limpieza están las ventanas, las partes de detrás de los electrodomésticos, las paredes, el suelo y los rincones debajo y detrás de los muebles, el tambor de la lavadora y, por supuesto, la campana de la cocina.

La campana de la cocina es una de las partes de la casa donde se acumula más suciedad y en la que más renta realizar una limpieza planificada y frecuente para no tener que enfrentarnos derepente a una limpieza mucho más desafiante: si nos ponemos un objetivo mensual o trimestral, evitaremos tener que hacer una desinfección mucho más profunda y costosa.

El truco definitivo para limpiar la campana de la cocina

La campana de la cocina suele acumular una complicada mezcla de grasa, polvo y humo que si no se trata adecuadamente puede suponer un auténtico desafío para la limpieza. Por esta razón, cuanto mayor la frecuencia con la que nos enfrentemos a ella, menos dificultades encontraremos para eliminar toda la suciedad.

El primer truco consiste en poner a hervir una olla con agua y bicarbonato: gracias al agua evaporada que comenzará a discurrir por todos los rincones de la campana, será mucho más sencilla la tarea de limpieza a fondo a la que tendremos que enfrentarnos después. Una alternativa a esta o un ingrediente complementario es el limón, que también ayudará a desengrasar todos los rincones del electrodoméstico.

Después, sumergiremos las rejillas de la campana en agua caliente con algún tipo de producto desengrasante. A falta de este, también podremos utilizar una solución de vinagre y bicarbonato. Cuando toda la grasa se haya desprendido de las rejillas, la retiraremos con un trapo húmedo hasta que queden como nuevas.

Actuaremos de forma similar con el resto del aparato, haciendo especial hincapié en los rincones y juntas donde la grasa pueda estar acumulada.

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