Nuria Magaldi ya sabe lo que es ser vicerrectora (lo fue de Relaciones Internacionales en el anterior mandato) pero ser la nueva responsable de Desarrollo Normativo requiere nuevas y no pocas exigencias.

- Ha cambiado el vicerrectorado de Relacionales Internacionales por el de Desarrollo Normativo. Un cambio radical…

- Sí, ciertamente ha sido un cambio radical. Son dos vicerrectorados totalmente diferentes. El desarrollo normativo es una labor también muy exigente, pero con una naturaleza muy distinta. Para empezar, es mucho más técnica y autorreferencial, por lo que exige más labor de previsión y planificación. Al mismo tiempo, es muy transversal, pues afecta literalmente a toda la Universidad. Precisamente por este motivo exige un mayor conocimiento de la Universidad en su conjunto, de su organización y funcionamiento. En ello radica, en buena medida, su complejidad, su importancia y su atractivo.

-Parece que cada día hay más normativas que cumplir…

-No creo que haya cada vez más normativa que cumplir, pero sí es cierto que las universidades públicas, en los últimos tiempos, están adquiriendo plena conciencia de su condición de administración pública, de su sometimiento al principio de legalidad y del respeto a los derechos de los ciudadanos. ¡Es increíble, pero aún hay universidades que no publican sus normas, a pesar de que es una obligación que viene en la propia Constitución! Ser una administración pública tiene consecuencias muy importantes en numerosísimos ámbitos. Por ejemplo, la selección y la contratación de nuestro personal tiene que respetar los principios de mérito, capacidad e igualdad, los aspirantes tienen acceso a toda la documentación, todo el proceso es público y está sometido al control de los jueces, a diferencia de la universidad privada.

-¿Es complicado adaptar las normas que se van generando a los Estatutos de la Universidad?

-Toda adaptación normativa es complicada. La reforma estatutaria era imprescindible y ahora toca la segunda parte: adaptar la normativa existente a la nueva regulación, y aprobar reglamentos nuevos que permitan su pleno desarrollo. Además, la adaptación normativa no se refiere solo a los estatutos, sino que debe tener en cuenta esa normativa general que moderniza la administración y consolida los derechos de los ciudadanos: las leyes de transparencia y buen gobierno, de procedimiento administrativo y régimen jurídico del sector público, la recentísima ley de contratos del sector público o la nueva ley de protección de datos, por poner solo algunos ejemplos.

-¿Qué reglamentos están en desarrollo actualmente?

-El año pasado ya aprobamos un nuevo reglamento electoral y este curso ya ha sido adoptado un nuevo reglamento de Consejo de Gobierno. Para terminar el marco normativo organizativo, actualmente estamos en fase de elaboración de otros dos reglamentos esenciales: los de organización y funcionamiento de los departamentos y de las facultades y escuelas. Además, se están revisando otros reglamentos sectoriales o más específicos, que serán objeto de modificación en los próximos meses como el de profesorado emérito y honorífico o para el reconocimiento docente.

-¿Cómo facilitan el conocimiento de las no pocas normas que rigen la vida universitaria?

-Las normas que aprueba la Universidad deben publicarse. Dicha publicación se hace, desde el 2014, en el Boletín Oficial de la Universidad de Córdoba (BOUCO), que ha contribuido decisivamente a dar seguridad jurídica a todos los miembros de la comunidad universitaria y cuyo funcionamiento mejoraremos aún más. Además, se realizan cursos de formación permanente para profundizar en aspectos jurídicos novedosos o complejos.

-¿Qué puede destacar de los planes normativos anuales?

-El objetivo no es regular más, sino regular mejor. Se quiere impedir que las Administraciones improvisen al aprobar sus normas. Para ello, se nos exige un ejercicio de reflexión y análisis que debe dar lugar a un documento que contenga las normas que se estima necesario y conveniente aprobar a un año vista. Eso permitirá contemplar la acción normativa en su totalidad y de manera global, mejorará la previsibilidad de la acción normativa de la Universidad y facilitará el ejercicio de reflexión por parte de los diversos departamentos y servicios, que deberán prever con cierta antelación cuáles son las normas que van a necesitar aprobar o modificar. Además, la elaboración del plan busca también asegurar una cierta congruencia de todas las iniciativas que se tramiten a lo largo del año.

-Este curso se celebrarán varios procesos electorales...

-Todos los años se celebran infinidad de procesos electorales en la Universidad de Córdoba y, es importante señalarlo, casi nunca se producen problemas o incidentes durante los mismos. La comisión electoral es la encargada de autorizar los calendarios electorales, así como de resolver las posibles reclamaciones, así como de autorizar el voto anticipado y, con carácter general, velar por el correcto desarrollo de todo el proceso. En el caso de los estudiantes, el principal problema que se plantea es que sus mandatos son más cortos (un año, normalmente), por lo que hay que intentar que los procesos electorales sean lo más ágiles posibles.