La festividad de San Bartolomé, patrón de Montoro, es una de las celebraciones más genuinas de la provincia de Córdoba. En ella se recoge un fiel reflejo de lo que esta localidad guarda en lo más profundo de su historia religiosa: el triunfo del bien sobre el mal. La tradición cristiana viene recogida en la fachada de la iglesia de San Bartolomé, situada en la plaza de España. En su entrada principal, de piedra molinaza, se observa perfectamente esta tradición, que se pierde en la noche de los tiempos. La bendición de las medallas a cargo del párroco de esta feligresía, Antonio Jesús Morales, es el momento previo. El objetivo es que los vecinos lleven colgada esta medalla bendita en la que se recogen las imágenes de los patronos de la localidad, San Bartolomé y Nuestra Señora del Rosario. Con ello, una vez que salga la Diablilla por las calles, encarnada por Antonio Baltanás, los ciudadanos que la lleven colgada no se verán amenazados.

Entre esta tradición religiosa, que aglutina en torno a esta plaza a cientos de vecinos y visitantes, los asistentes disfrutan de un espacio en el que cae agua pulverizada. Se refrescan en el caluroso ambiente de agosto mientras el diabólico ser baja desde la torre de San Bartolomé. Un día entero permanece suelta la Diablilla por las calles de Montoro desde el 23 de agosto hasta que al día siguiente, a las 12 del mediodía, festividad de San Bartolomé, momento en que es capturada por el patrón de la localidad, encarnado por Fernando Pérez. En Montoro las tradiciones se viven con una especial intensidad. Todo el pueblo se une para disfrutar del ambiente y generar esta aureola que lo convierten en un municipio con arraigadas vivencias que lo definen como un lugar con historia.

CHURROS Y CHOCOLATE Tampoco falta en esta celebración el carácter solidario. Todos los años la churrería de Pepe el Zanahoria destina parte de sus ventas en este eventos a los más necesitados. De hecho, su gerente informa que muy pronto los vecinos de esta localidad y los cordobeses en general podrán disfrutar de un nuevo producto: "los buñuelos". Estos seguirán formando parte de la arraigada tradición culinaria de esta bella localidad.