Mismo protagonista y parecidas circunstancias. El 8 de octubre del 2004 Finito se negó a matar en Montoro un ejemplar para el que pretendía el indulto y la Junta de Andalucía lo sancionó con 12.500 euros. En el caso del sábado en Los Califas, no solo hizo oídos sordos a las indicaciones de la presidencia de que entrara a matar, sino que luego acabó con la vida del animal una vez que sonaron los tres avisos.

El reglamento contempla como faltas graves tanto la negativa a dar muerte a una res como la desobediencia a las órdenes de la presidencia. Estas faltas pueden sancionarse desde 150 euros hasta 60.000 euros. No obstante, el precedente de Montoro la sitúa en torno a 12.000 euros. Eso sí, en este caso se valorará que ha ocurrido en un coso de primera, que el acta recoge dos actos de desobediencia e, incluso, la reincidencia, por lo que la sanción podría superar los 15.000 euros, según las fuentes consultadas.