Violencia

Dos de cada 10 mujeres entre 16 y 74 años en España han sido víctimas de violencia física o sexual, pero muy pocas denuncian

La encuesta EEVG, realizada a nivel europeo, muestra que una de cada cuatro mujeres en España con pareja han sufrido violencia psicológica

El 27,8% de las mujeres ha sufrido violencia psicológica en el ámbito de la pareja.

El 27,8% de las mujeres ha sufrido violencia psicológica en el ámbito de la pareja. / EFE

María G. San Narciso

Más de una de cada cuatro mujeres en España (el 27,8%) han sufrido violencia psicológica en el ámbito de la pareja en algún momento de su vida. Fuera de ella, hasta dos de cada 10 mujeres de entre 16 y 74 años han sido víctimas de violencia física o sexual.

Estos datos provienen de la EEVG, la primera encuesta sobre la violencia contra la mujer que se ha realizado dentro del marco del Sistema Estadístico Europeo (SEE), cuya coordinación lleva a cabo Eurostat. El trabajo, que se ha dado a conocer este 8 de noviembre, proporciona datos sobre la prevalencia de la violencia contra las mujeres y sus distintos tipos.

Los resultados señalan, por ejemplo, que la violencia que sufren las mujeres fuera de la pareja "se ejerce de manera abrumadora por hombres". Entre quienes afirman haber sufrido violencia sexual, el porcentaje con agresor varón asciende al 94,2%. Además, el cruce de datos entre el tipo de violencia sexual y el tipo de relación entre víctima y agresor revela que cuanto más cercana es la relación entre ambos, más grave es el tipo de violencia sexual. Por eso, un 77,5% de las mujeres que revelan haber sufrido una violación fuera de la pareja afirma que el agresor era un hombre conocido.

Violencia psicológica

Dentro de la violencia en la pareja, la encuesta muestra una mayor prevalencia de la violencia psicológica (27,8%) frente a la violencia física (12,7%)o la violencia sexual (6,7%). Esto significa que el daño y riesgo para la integridad psíquica y emocional sigue siendo la forma de violencia contra las mujeres más prevalente.

Este tipo de violencia, que se suele prorrogar e intensificar con el tiempo, tiene distintas caras. A un 17,2% las mujeres que han tenido pareja las "han acusado sin fundamento de infidelidad o se han enfadado con ella por verla hablar con otras personas". A otro 11,9% les han insistido en saber dónde estaba de manera controladora, localizándolas vía GPS, teléfono o redes sociales, y a un 11,2% les han prohibido ver a sus amistades o dedicarse a alguna afición, hobby o actividad. 

También 11 de cada 100 mujeres han visto cómo sus parejas les gritaban o rompían cosas frente a ellas, y un 6% de las encuestadas fueron chantajeadas por sus parejas a la hora de dejar la relación: les decían que, si terminaban con la relación, se harían daño a sí mismos.

Dentro de la violencia psicológica, la encuesta incluye la violencia económica, una agresión que han sufrido hasta el 7,8% de las mujeres en pareja en algún momento de su vida. Un 6,5% de ellas han visto cómo les controlaban toda la economía familiar o sus propios gastos, y a un 3% les han prohibido trabajar.  

Baja autopercepción de violencia sexual en la pareja

Asimismo, el 12,7% de mujeres han sufrido violencia física en el ámbito de la pareja en algún momento de su vida. A un 9% alguna vez las han empujado o tirado del pelo, y otro 8,6% han sido amenazadas.

Más baja es la autopercepción de la violencia sexual dentro de la pareja o expareja (6,7%), lo que podría deberse, tal y como apunta la literatura científica, a que las víctimas siguen sin identificarlo o temen desvelar las violencias sexuales que las parejas o exparejas han ejercido contra ellas".

El Ministerio de Igualdad lo achaca a causas diversas, como la cultura de la violación y los mitos sobre la violencia sexual, que ha estado representad en el imaginario colectivo casi en exclusiva como las agresiones sexuales más extremas (por ejemplo, la violación), desenfocando otras formas de violencia que se ejercen también en las relaciones de pareja, como la coerción o el chantaje para tener relaciones sexuales sin que ella lo consienta, o la obligación de mantener relaciones sexuales sin el uso del preservativo.

Diferencias de edad

Otro dato que deja este trabajo es que la prevalencia estimada de la violencia en la pareja varía del 38,4% de las mujeres entre 18 y 29 años, hasta el 19,0% de las mujeres entre 65 y 74 años.

A pesar de que la percepción de la violencia en pareja es menor según aumenta la edad, las diferencia entre las prevalencias "aproxima algunas conclusiones relacionadas con la violencia que se ejerce en mujeres mayores". En Igualdad señalan que, tal y como abordan algunos estudios, como el elaborado por la Delegación del Gobierno, estas mujeres se han tenido que enfrentar a estas situaciones de manera prolongada y cronificada en momentos de su vida en los que este tipo de violencia estaba invisibilizada, normalizada e, incluso, aceptada en las relaciones de pareja.

Búsqueda de apoyo y respuesta institucional

Los datos, en la misma tendencia que otras encuestas o la Macroencuesta de 2019, siguen señalando que la mayoría de las mujeres que han sufrido violencia física y/o sexual en la pareja no buscan apoyo en las principales instituciones encargadas de acompañar en el proceso de reparación. Y eso que más de la mitad de ellas han sufrido lesiones físicas como consecuencia de dicha violencia; un 78,4%, consecuencias psicológicas.

"Es un dato alarmante que sólo un 16,3% de las mujeres acudan a servicios especializados o que únicamente el 24,4% hayan contactado con la policía", aseguran en Igualdad. Frente a esto, las redes de apoyo cercanas siguen siendo percibidas como los espacios de principal seguridad para quienes deciden pedir ayuda y desvelar la situación de violencia que enfrentan.

"En el caso de la violencia fuera de la pareja, los resultados son aún más preocupantes, ya que solo el 8,9% de las mujeres que la han sufrido han acudido a la policía, y únicamente el 3,8% han contactado con un servicio de apoyo a víctimas. Además, únicamente un 10,7% han solicitado apoyo en el sistema sanitario o a servicios sociales", explica Igualdad.

Para este ministerio, los datos demuestran que las instituciones públicas y los sistemas de recuperación integral para las víctimas de todas las formas de violencia contra las mujeres deben de redoblar de manera inmediata todos sus esfuerzos para que todas las mujeres puedan acceder a su derecho a la reparación integral.