A la espera de que esté disponible la vacuna contra la gripe A, las autoridades de Estados Unidos ya han preparado la lista de prioridades para inocular --por inyecciones o inhaladores nasales-- a unos 160 millones de personas, casi la mitad de la población. Un equipo de 15 expertos reunidos con los responsables del Centro de Control y Prevención de Enfermedades han elaborado la lista, de la que quedan fuera los mayores de 65 años, en los que el H1N1 se manifiesta con menos virulencia. Quienes primero recibirán vacunas serán las embarazadas (el 6% de las 302 muertes por el virus en EEUU), el personal que trabaja con menores de seis meses, los niños y jóvenes de entre 6 y 24 años, los trabajadores médicos y de emergencias y los enfermos crónicos de 25 a 64 años.

En los campamentos veraniegos de escolares de EEUU han empezado a registrarse centenares de contagios y se teme que "la magnitud de la epidemia en el próximo otoño será mucho mayor que en la primavera pasada", según anunció el doctor Richard Besser.

No faltan críticas. Una oficina de investigación independiente del Congreso ha denunciado que el Gobierno no está preparado para la pandemia.