Los Veintisiete dieron ayer su aprobación final en el Consejo de Ministros de la Unión Europea (UE) a la prohibición de importar, comercializar y vender en territorio comunitario los productos derivados de las focas. La medida fue aprobada con el voto favorable de todos los ministros de Asuntos Exteriores salvo los de Dinamarca, Austria y Rumanía, que se abstuvieron.

El nuevo reglamento entrará en vigor dentro de unos 20 días, pero los Veintisiete aún tendrá un margen de nueve meses para aplicar efectivamente la prohibición. La medida tiene como principal objetivo acabar con los métodos considerados ±cruelesO, "inhumanos" y "repugnantes" de la caza masiva a golpes de las focas para no dañar sus pieles.

La prohibición afecta a la totalidad de los productos procedentes de la foca, salvo en el caso de animales cazados de forma tradicional por las comunidades indígenas autóctonas, como los esquimales, y los procedentes de organizaciones sin ánimo de lucro dedicadas a la gestión sostenible de los recursos marinos.

Los productos procedentes de las focas adquiridos por los viajeros para uso exclusivamente personal también estarán autorizados a entrar en la UE a titulo ±excepcionalO, según la nueva normativa.

ACEITE, GORROS Y GUANTES El reglamento no sólo prohibe la venta de productos procedentes de la foca en la UE, sino también la importación, la comercialización, el tránsito y la exportación de esos productos. La prohibición afecta a todos los tipos posibles de productos elaborados o no, como carne, aceite, grasa, órganos y pieles en bruto, curtidas o transformadas. La medida afectará también a bolsos, napas, gorros, guantes y a los productos cosméticos o farmacéuticos, como los complejos de ácidos grasos omega-3.

La decisión europea ha abierto un conflicto comercial con Canadá, que anunció la presentación inmediata de una demanda ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por prácticas restrictivas del comercio basadas en criterios no científicos.

Canadá es el principal cazador mundial de focas, con unas 6.000 personas dedicadas a esa actividad en las costas atlánticas y en el extremo norte del país. El Gobierno canadiense ha autorizado este año la caza de unas 338.000 focas y asegura que la supervivencia de la especie no está amenazada.

Los otros países donde se practica la caza masiva de focas son Groenlandia, Islandia, Noruega, Rusia, Namibia y EEUU. La prohibición puede complicar mucho las negociaciones de Islandia para ingresar en la UE. Canadá aseguró que la prohibición causará un grave daño económico al país y a las comunidades pesqueras de la costa, pero que no detendrá la caza de focas.