Tras las pasadas elecciones me han preguntado cuáles serían los nuevos proyectos en los que me adentraría con mi junta de gobierno. Pero las líneas maestras de esta hrmandad vienen dadas desde su refundación, hace ya cuarenta años. En una tradición no escrita, los diferentes hermanos mayores han ido completando los proyectos permitiendo concluir estrenos que no empezó esa junta: la conclusión del paso del Señor del Huerto en las diferentes fases de dorado, las bambalinas del paso de la Candelaria, el paso del Amarrado a la Columna son ejemplos de esta continuidad.

Siempre dándole su personal forma de entender la hermandad, cada nuevo hermano mayor ha ido completando los trabajos, y este es el reto para mí en estos próximos años. Las grandes metas son de sobra conocidas por todos los hermanos: acometer la hechura de los durmientes que nos permitan finalizar el misterio de la Oración en el Huerto, seguir bordando el palio de María Santísima de la Candelaria y enriquecer con orfebrería el paso del Señor Amarrado a la Columna. Proyectos que pueden que no vean la luz en este mandato, pero que siguiendo la línea concluirán en próximos años.

También la formación religiosa y la obra social son pilares básicos en los que seguiremos trabajando, colaborando con el banco de alimentos, el Hogar de Nazaret y Cáritas Parroquial, y seguiremos con las charlas formativas y cuaresmales que ofrecemos a nuestros hermanos. El principal reto es la continuidad, nuestra línea de referencia, marcada por nuestra historia reciente y por todas las personas que han formado parte de esta cofradía.