DIGESTIVO

¿Sabías que la cirrosis hepática provoca desnutrición? Esto es lo que debe comer un paciente

El alcohol y la obesidad son los factores que con más frecuencia causan la cirrosis hepática, que evita que el hígado pueda depuar la sangre y fabricar proteínas

¿Qué y cuánto debe comer un paciente con cirrosis?

¿Qué y cuánto debe comer un paciente con cirrosis?

Los especialistas de la Fundación Española de Aparato Digestivo (FEAD) definen la cirrosis hepática como “la formación de cicatrices en el hígado alrededor de áreas de tejido hepático”, que alteran la estructura normal de este órgano.

Esto deriva en que el hígado no pueda realizar su labor depurativa de la sangre y su producción normal de fabricando proteínas y otras sustancias.

Detrás de esta patología digestiva puede haber varios factores, como:

  • Las infecciones por hepatitis B, C y D
  • Distintas enfermedades
  • Problemas genéticos.

Pero lo cierto es que en la gran mayoría de los casos son el alcohol y la obesidad los factores que con más frecuencia causas cirrosis hepática.

Tan es así que, tal y como indica el doctor Joan Colom, subdirector General de Adicciones, VIH, ITS y Hepatitis Víricas de la Agència de Salut Pública de Catalunya, el alcohol “es el responsable de más del 50% de los casos de cirrosis hepática”. 

El alcohol provoca el 50% de las cirrosis hepáticas.

El alcohol provoca el 50% de las cirrosis hepáticas. / FREEPIK

La cirrosis puede provocar desnutrición

Al no funcionar correctamente el hígado, los pacientes con cirrosis hepática suelen padecer desnutrición ya que el cuerpo no puede recibir los nutrientes necesarios.

Los signos más habituales de la desnutrición son, según señala la doctora Francisca Yáñez, especialista de la FEAD y dietista-nutricionista en la Unidad de Digestivo del Hospital Universitario Vall d´Hebron: 

  • La lógica pérdida de peso. 
  • Falta de apetito.
  • Pérdida de masa muscular, especialmente en la cara, brazos y muslos. 
  • Cansancio.
  • Las uñas, el pelo y la piel se vuelven quebradizos. 
  • Mayor frecuencia de infecciones.
  • El paciente necesita más tiempo para que cualquier herida que se haga cure. 

Cualquiera de estos signos debe conducir al paciente a la consulta de un especialista para iniciar una dieta dirigida a recuperar los niveles de nutrientes y, de esta forma, mejorar el funcionamiento del hígado, prevenir infecciones y complicaciones

La prevalencia de la obesidad ha aumentado los casos de cirrosis hepática.

La prevalencia de la obesidad ha aumentado los casos de cirrosis hepática. / Anastasia Kazakova. Freepik.

Consejos nutricionales para pacientes con cirrosis

Aunque el seguimiento de una dieta específica para prevenir o revertir la desnutrición provocada por la cirrosis debe ser personalizado a cada paciente, la doctora Yáñez facilita algunas recomendaciones generales en el caso de que se sufra esta patología. 

  1. La primera básica y fundamental es optar siempre por una alimentación saludable y rica en fibra.
  2. Por supuesto, evitar el consumo de alcohol
  3. Respecto a la cantidad de comida, la especialista “recomienda una ingesta diaria óptima de 30 a 35 kcal por cada kilo para los pacientes cirróticos con peso normal (por ejemplo, para un varón de 70 kg esto equivaldría a una ingesta total de 2100 – 2450 kcal al día)”. Si el paciente sufre alguna complicación o padece obesidad la cantidad de calorías debe adaptarse a cada caso. 
  4. Consumir alimentos ricos en proteínas. Como una de las consecuencias de la desnutrición es la pérdida de masa muscular, la ingesta de proteínas resulta fundamental. Carne de ternera, cerdo, pollo, pavo, conejo, pescados, huevo, lácteos son fuente de proteína, aunque también se pueden encontrar en otros muchos alimentos como lácteos (sobre todo en los quesos frescos y los curados y semicurados) o las proteínas vegetales que contienen el tempeh, el edamame cocido, el seitán, los copos de cereales integrales, el pan integral, las legumbres o los frutos secos. 
  5. Realizar entre 4 y 6 comidas a lo largo del día. De esa forma se satisfacen las necesidades nutricionales del paciente y se reduce el tiempo que el paciente pasa en ayuno. 
  6. Tomar un tentempié antes de dormir. En línea con evitar periodos de ayuno largos y de “minimizar la utilización de proteínas del músculo”, la especialista en nutrición recomienda comer algo rico en carbohidratos y proteínas antes de acostarse.
Tomar proteínas es fundamental para evitar la pérdida de masa muscular.

Tomar proteínas es fundamental para evitar la pérdida de masa muscular. / JCOMP. FREEPIK

  • Se debe evitar el consumo de azúcares simples, de las grasas saturadas y de ultraprocesados. Mejor elegir alimentos ricos en grasas monoinsaturadas (aceite de oliva extra virgen, aguacate, olivas, aceites vegetales, cacahuate, soja, entre otras) y poliinsaturadas (pescados azules: salmón, caballa, atún, anchoas, sardinas. Además de frutos secos y semillas) 
  • Menos sal en las comidas. El objetivo es controlar la retención de líquidos que produce la cirrosis. Y es que con esta patología el hígado pierde la capacidad de regular la cantidad de agua y sodio del cuerpo, lo que produce retención de líquidos. 
  • Suplementos nutricionales. La visita a un especialista puede aclarar si en determinados casos el paciente requiere tomar suplementos de vitaminas y oligoelementos. Esto se debe a que “en los pacientes que padecen cirrosis es frecuente encontrar deficiencia de vitaminas liposolubles (A, D, E y K), vitaminas hidrosolubles (más frecuentemente déficit de vitamina B1) y minerales como el zinc y magnesio”, explica la doctora Yáñez.
  • Actividad física. Se está convirtiendo en un elemento más de prácticamente todos los tratamientos de enfermedades. En este caso realizar cualquier tipo de ejercicio físico, incluido caminar o hacer ejercicios de fuerza, ayudan a prevenir la pérdida muscular que provoca la cirrosis