Un 'Bella Ciao' en los juzgados

La entrada unánime de los funcionarios de Justicia, como partisanos italianos, a la sede judicial de Córdoba entonando un versionado Bella Ciao junto a las pocas salas en las que se estaban celebrando juicios ponía himno a la protesta de los profesionales que, a la sombra, mantienen la maquinaria judicial día a día pese a no vestir toga. Su protesta, como la de jueces, fiscales y letrados, protagonizó las principales imágenes de este 2023. 

Evitar que afectase al normal funcionamiento de los procesos judiciales era imposible. Los platos rotos del conflicto con el Ministerio de Justicia los pagaron los de siempre. Miles de demandas varadas, juicios suspendidos y hasta 30 millones de euros paralizados para consignaciones, entre otras cosas, de pensiones alimenticias. Si, de por sí, los juzgados están congestionados, las sucesivas huelgas no hicieron más que agravar la situación.

La Justicia cordobesa le cogió el gusto a las movilizaciones y, en noviembre, salió de nuevo -en su mayoría, jueces- a las puertas de la Ciudad de la Justicia para manifestar su preocupación por la amnistía que Pedro Sánchez estaba negociando con JxCAT y la intención del Ejecutivo de someter a los jueces a un lawfare que, como denunciaron, supondría un atentado contra la separación de poderes en España.

Entre unos hechos y otros, en las laberínticas plantas de la Ciudad de la Justicia se adecentaba un nuevo despacho: junio comenzó con la incorporación de otra jueza al Penal 6, juzgado que se encarga de enjuiciar los casos de violencia de género. El objetivo, nada más y nada menos que evitar su colapso. 

Pese a que la conformación de un juzgado bis permitió triplicar los días de señalamiento, acaba el año siendo uno de los más atascados. Las juezas señalan para abril de 2025, pero, poco a poco, la carga acumulada va deshaciéndose. No así la preocupación por el aumento de los casos que tienen a mujeres como víctimas y por las réplicas de conductas machistas a edades cada vez más tempranas. La juventud supone todo un reto para la Justicia. En la provincia, cada vez son más los menores maltratadores.

Las guerras en los juzgados son muchas y, aunque buena parte del esfuerzo se dedica a la violencia de género, lacras como la cibercriminalidad, en constante aumento, han hecho saltar las alarmas. La propia Fiscalía advirtió de un incremento del 17% de los delitos de estafa. Diario CÓRDOBA informó de que Córdoba era la tercera provincia con más investigados por estafas informáticas.

Aunque se hayan dado casi más noticias fuera que dentro de los juzgados, por los banquillos no han dejado de pasar acusados, corrupciones, familias rotas, agresores sexuales... Algunos juicios han puesto fin a complejos asuntos tras años de espera. La pregunta es: ¿Cuándo será el momento de poner fin a los problemas que, eternamente, arrastra la Administración de Justicia? Una mattina mi sono alzato…

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