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Ella va en el autobús, en el asiento del fondo: quizás piensa que no se merece otro lugar. Es una madre de unos cincuenta años. La acompañan una muchachilla de unos doce y un chiquillo de unos ocho. Hablan entre ellos. La niña no está segura de la dirección a la que van. La madre se la reafirma. Bajan en el centro. Llegan a la plaza de Capuchinas. Se sientan a la sombra de un banco a esperar: la espera es la única riqueza que poseen los pobres. Esa madre, esa niña, ese niño esperan recibir algo de comida y de ropa. No tienen nada porque siempre no han tenido nada. Son la mayoría silenciosa del pueblo silencioso, el que nunca sabe cómo va a amanecer el día siguiente.

El mar queda muy lejos. Están en la arena donde zozobran todos los barcos de todas las promesas que bajan de allá arriba. Ella se tiene que operar la espalda. La han puesto en la lista de espera, ¡otra espera!, ¡otra lista negra!: hasta dentro de seis meses o más. Mientras tanto, calmantes, dolores, calmantes, dolores. Le han dicho que si los quirófanos se abrieran por la tarde... Pero no hay dinero. El dinero solo fue para inaugurar unos quirófanos de exposición. El tinglado para la prensa. Se van las cámaras; queda el vacío. Luego, ¿quién se acuerda ya de fotografiar los quirófanos cerrados? Y así, de día en día, de ella en ella, de él en él...

Pues bien, ahora los nuevos, vosotros, ya tenéis la mayoría absoluta, o sea, el poder absoluto. ¿Qué pensáis hacer más allá de las palabras? ¿Qué pensáis hacer más acá de los hechos? ¿Cómo pensáis arreglar esta escuela de incultos funcionales que van saliendo cada año? ¿Qué vais a hacer el verano que viene con los incendios que ya no se pueden apagar este verano? ¿Qué vais a hacer con las listas negras de las esperanzas negras? ¿También vosotros acabaréis cayendo en la mendacidad? ¿También acabaréis subiendo hasta no ver nada desde las alturas de coches oficiales, despachos, maquetas y poltronas? ¿Aprenderéis la lección de los cuarenta años pasados? ¿Haréis política de partido, con el único fin de seguir con el poder, en vez de política de pueblo? ¿Seguiremos recitando y recitando las lecciones de la Historia, esto de «la historia se repite» y, sobre todo, sobre todo, esto de «el Poder corrompe y el Poder absoluto corrompe absolutamente?».

* Escritor

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