Ha muerto Manuel Nieto Cumplido. Este palmeño de nacimiento ha sido académico numerario de la sección de Historia y ex secretario perpetuo de nuestra institución. Apenas hace dos meses, coincidentes con la apertura del curso 2021-2022, recibía una placa conmemorativa por su cincuentenario de compromiso con la Real Academia de Córdoba junto a sus compañeros Rafael Hernando Luna (Ciencias) y Rafael Mir Jordano (Morales y Políticas). Una década atrás nuestro secretario actual, Escobar Camacho, en el trazo biográfico de este sacerdote e investigador decía, “Su valiosa opinión y sus acertadas reflexiones no han sido tan solo oídas en todos los foros culturales de nuestra ciudad y su provincia sino también fuera de ella, ya que durante estos años ha participado en congresos, coloquios y jornadas de estudios locales, nacionales e internacionales sobre temática histórica, artística y eclesiástica y ha publicado igualmente numerosos libros y artículos”. De igual manera su presencia, como conferenciante y en los medios de comunicación social, fue notoria. Su formación humanística y condición de canónigo de la S.I.C. de Córdoba le llevaron en su ministerio a desempeñar la dirección de los archivos catedralicio, General del Obispado y a impulsar la creación del Museo Diocesano, que también dirigió. Tampoco la docencia le fue ajena, pues fue profesor en el Seminario de San Pelagio y en el centro bíblico “Santa María Madre de la Iglesia” y en lo concerniente a la Iglesia andaluza se le designa representante de esta en la comisión mixta con la Junta de Andalucía a efectos del patrimonio artístico y monumental. En cuanto a cargos civiles ostentados, solamente señalar su nombramiento como delegado Provincial de Cultura además del señalado líneas arriba para nuestra corporación. Su labor no fue menor en el campo de la investigación. Nervaduras esenciales de esta se centraron en la catalogación de archivos, en el patrimonio histórico-artístico de la provincia y diócesis cordobesa y en su predilección por la Edad Media. Su condición de sacerdote (se ordena en 1959) e historiador (licenciado en Historia por la Universidad de Granada y doctor en Historia de la Iglesia por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma) le acerca en su investigación a la publicística eclesiástica. Tan solo señalaremos tres ejemplos. Su tesis doctoral cuyo título se centró en la Historia de la Iglesia en Córdoba: conquista y restauración (1991), Historia de las diócesis españolas: iglesias de Córdoba y Jaén (2003, con Juan Aranda Doncel) y Escritos pastorales de Fray Albino González Menéndez-Reigada, O.P. obispo de Córdoba (P.P. Herrera Mesa en 2008). Sobre catalogación y fondos documentales nos permite señalar otra tríada de obras fundamentales como su Catálogo de manuscritos incunables de la Catedral de Córdoba (1976) con la ayuda de los profesores García García y Cantelar Rodríguez, Catálogo de libros raros Catedral de Córdoba, en tres tomos, y Catálogo de los libros de las obras musicales existentes en la Biblioteca de la Catedral. Experto conocedor de los archivos locales, autonómicos, nacionales e internacionales (Vaticano) le condujeron a realizar su magna obra el: Corpus Mediaevale Cordubense, actualmente digitalizado y a disposición de los investigadores en el Archivo Catedral de Córdoba. Fruto del estudio de toda esta riqueza documental ha sido la reciedumbre de sus aportaciones en materia socioeconómica, demográfica, política, cultural, y señorial de los tiempos bajo y altomedievales que cuaja en obras importantes. Entre estas, baste con citar, Orígenes del regionalismo andaluz (1235-1325) de 1979, Córdoba en el siglo XV (1973), Islam y Cristianismo (1984) o Palma del Río en la Edad Media (855-1503): Señorío de Bocanegra y Portocarrero (2004). Resta, finalmente, referirnos a su contribución intelectual en relación a la protección del patrimonio cordobés, vía Comisión Provincial de Monumentos. Muestra ostensible son sus aportaciones al Catálogo Artístico y Monumental de la Provincia de Córdoba y su dedicación al monumento más señero cordobés al que ha dedicado varios libros. Mención especialísima merece su monumental obra La Catedral de Córdoba, de la que se han hecho dos ediciones, una en 1998 y otra en 2008.

Para este sacerdote, investigador, amante del canto gregoriano y académico de número de esta Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes desean los miembros de esta bicentenaria institución que la luz le acompañe hasta su encuentro con el Altísimo.

* Presidente de la Real Academia de Córdoba