Hoy, día 9 de mayo y Día de Europa, desde Asaja Córdoba queremos poner énfasis en la importancia del sector agroganadero como gran productor, no solo en nuestro país sino en toda Europa. Por ello, queremos insistir hoy en la necesidad de frenar las propuestas de Bruselas que suponen una grave amenaza para el campo y con las que se pretende maniatar y limitar el desarrollo del sector agrario más innovador y productivo.

Si la Comisión Europea persiste en sus propuestas sobre ‘De la granja a la mesa’ y ‘Biodiversidad en el Horizonte 2030’, la respuesta que daría el sector agrario ante una pandemia similar a la actual se vería muy mermada, arriesgando con ello la autonomía y la independencia alimentaria de la propia Unión Europea.

Es preciso que desde todas las instituciones responsables nos opongamos frontalmente a estas dos propuestas de la Comisión Europea y que se han redactado en contra de los agricultores y ganaderos europeos.

Esas dos estrategias incluidas en el marco del Pacto Verde Europeo plantean que al menos un 25% del total de la superficie agraria de la UE sea ecológica para el año 2030, que el 10 % de las tierras agrarias se destinen a elementos no productivos, que el uso de abonos se reduzca en un 20 %, que el uso de fitosanitarios se recorte en un 50%, así como que se abra la posibilidad de incrementar hasta un 30% las zonas incluidas en Red Natura 2000.

Además, se culpa al sector agrario, y en especial a la ganadería, de la emisión de gases de efecto invernadero (emisiones que como se ha comprobado durante el parón del confinamiento se deben a la actividad de otros sectores), sin hacer mención al papel crucial que desempeña la ganadería para el mantenimiento de los pastos, verdaderos sumideros de carbono y, por tanto, reductores de esas emisiones.

Por ello, alzamos nuestra voz, la del sector agrario, contra el plan europeo que pretende reducir drásticamente el uso de abonos y fitosanitarios en la agricultura. Las estrategias ‘De la granja a la mesa’ y ‘Biodiversidad en el Horizonte 2030’ suponen una grave amenaza y una honda preocupación para todo el campo andaluz, al que se quiere privar del empleo de los nutrientes y las medicinas necesarias para garantizar la salud de los animales y los cultivos.

Es inconcebible que se trate de limitar las ayudas a los productores de carne y revisar las campañas de promoción de este producto, que la CE liga malintencionadamente y sin rigor alguno a una mayor incidencia de enfermedades y un mayor impacto ambiental.

Estos dos documentos, gestados en la etapa pre-covid-19 para perseverar en el desarme de los agricultores y ganaderos y en su conversión en los jardineros de Europa, constituyen un cúmulo de despropósitos que se traduce en más trabas, cortapisas y condicionantes al sector agrario, reduciendo su autonomía alimentaria e incrementando la dependencia de los ciudadanos europeos de las producciones de terceros países.

Esperemos que este baño de realidad por el que estamos pasando todos haga reflexionar a todos los responsables políticos, sobre todo en la Unión Europea y en el Gobierno central, sobre el valor esencial y estratégico de los agricultores y ganaderos, y se reconduzcan muchas de las políticas que permitan un sector agrario vivo y productivo que garantice, en todo momento, el bienestar del conjunto de la sociedad, a corto, medio y largo plazo.

En definitiva, esperamos desde Asaja Córdoba que todos esos responsables no nos olviden a los agricultores y ganaderos, que nos escuchen, que nos den las herramientas necesarias para que las explotaciones sean rentables, y que dignifiquen la figura del empresario agrario, ante los reiterados, injustos e irracionales que hemos venido recibiendo. Es de justicia hacerlo y hará más grande y segura al conjunto de la sociedad y a la Unión Europea.

* Presidente de Asaja Córdoba