Muy mal le ha ido al PSOE la decisión de Susana Díaz de convocar elecciones por separado, ya que la baja participación (58,6%) ha hecho estragos entre los votantes socialistas. Los resultados de las elecciones suponen un vuelco de tal magnitud, que puede calificarse de auténtico terremoto político, tras casi cuarenta años de hegemonía socialista, pero que, desde hace al menos dos décadas, se mostraba como un proyecto que iba agotándose elección tras elección.

Expongo a continuación unas reflexiones sobre estos comicios que pueden calificarse de históricos.

a) La izquierda ha perdido la mayoría por primera vez en cuatro décadas, con un fuerte descenso del PSOE (33 diputados, catorce menos que en 2015) y de Adelante-Andalucía, la marca andaluza de Podemos-Izquierda Unida (17 diputados, tres menos). Aunque el PSOE ha vuelto a ganar las elecciones (y ha sido el primer partido en siete de las ocho provincias), tiene prácticamente imposible gobernar, ya que no suma mayoría con Adelante Andalucía.

b) El PP ha perdido siete escaños (se queda en 26), pero paradójicamente, al superar a Ciudadanos y a Vox, es el partido que más escaños ha obtenido en la derecha, y, por tanto, más legitimado para formar gobierno, aunque para ello necesitará a esos dos partidos. El PP, perdiendo, es el que más gana en probabilidades de gobierno, justo al revés de lo que le ocurrió a Arenas en las elecciones del año 2012.

c) La fuerte subida de Cs (ha pasado de tener 9 escaños a los 21) es un ascenso más bien amargo, ya que, al no superar al PP, no podrá liderar una coalición de gobierno, y sus escaños solo podrían servir para apoyar o a un gobierno de izquierda o a uno de derecha.

d) La irrupción de Vox ha estado por encima de lo previsto, y su presencia condicionará la gobernabilidad en la futura legislatura.

e) La fragmentación del Parlamento de Andalucía hará muy difícil armar mayorías, ya que cualquier decisión que tomen los partidos en condiciones de formar alianzas (PP, Cs y Vox) tendrá sus costes.

f) La posición más complicada la tiene Ciudadanos, ya que, en caso de apoyar al PP, deberá unir su apoyo al de Vox, lo que no le será agradable y le marcará a futuro.

g) Todos los partidos se postulan para formar gobierno en esta noche electoral, pero unos los tienen más fácil que otros. El PSOE lo tiene prácticamente imposible, salvo que Cs acepte, cosa poco probable, apoyar una coalición de centro izquierda sin Susana Díaz, y que Adelante Andalucía acepte, al menos, abstenerse para facilitarla. Es más probable que sea la derecha liderada por el Partido Popular la que consiga formar gobierno, con el apoyo de Vox (surgido de sus propias filas) y con la abstención de Cs, que tendría muy difícil justificarlo.

Todo está abierto, y si no se consiguen acuerdos, lo cual no será fácil, nos veremos abocados a nuevas elecciones.

* Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA-CSIC)