Ocho barrios desfavorecidos de la provincia de Córdoba se beneficiarán del plan regional para la cohesión y la inclusión social aprobado esta semana por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía. Serán 60.400 los cordobeses destinatarios de este plan al que la Junta dedicará 9,4 millones de euros hasta el año 2022 (170 millones para toda Andalucía) y que se centrará en los barrios de Palmeras, Guadalquivir, Sector Sur y El Higuerón/Majaneque, en Córdoba ciudad, así como en la barriada de San Pedro, El Salvador y Ladera Sur, en Baena; barriada del Quinto Centenario, en Palma del Río; barriada Poeta Juan Rejano y Francisco de Quevedo, y calle Bailén, en Puente Genil, y Peñarroya-Pueblonuevo. Se persigue facilitar el acceso a los sistemas de protección social y la inserción socio laboral de personas en situación o en riesgo de exclusión, además de evitar la ejecución de desahucios, incrementar la empleabilidad, favorecer el comercio local e impulsar la economía social y solidaria.

Nadie duda de la desfavorable situación socio económica por la que atraviesan estas zonas desde hace muchos, demasiados, años, con unos elevados índices de pobreza, paro y exclusión social. El diagnóstico suena ya a viejo. Se presenta, por lo tanto, una nueva oportunidad para corregir estos desequilibrios a través del citado plan, basado en principalmente en el refuerzo de personal en los servicios sociales comunitarios. El PP considera una “farsa” este plan de la Junta, que califica de “electoral”, mientras que IU lo ve “insuficiente” y duda de que se llegue a poner en marcha en esta legislatura. Más allá de la legítima crítica política, Córdoba y sus instituciones deben aprovechar este plan para ocho zonas desfavorecidas a las que no se puede desatender más.