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Saliva y television

El domingo vi a unos chavales en la típica fiesta de comunión. Ya saben: los adultos en el local y el niño fuera jugando y disfrutando de lo lindo con sus primos en un partidillo de fútbol, que para eso es su día. Pues bien: vi un detalle que me hizo pensar en lo que la televisión influye en los pequeños. La cuestión no es nueva. Recuerdo hasta el lío que se montó en su día cuando emitireon Mazinger Z , que en teoría con su violencia podía afectar a mi tiernecito cerebro infantil. ¡Como si Heidi, con tanto sufrimiento dulzón, no me hubiera dejado medio tonto antes! Tampoco me voy a poner pesado hablando del debate que existía en mi facultad de Periodismo, hace dos décadas, entre los que decían que los medios estaban uniformando el mundo (los llamados apocalípticos ) y los que lo negaban (los integrados ). Pero, ¿qué tiene que ver eso con el partidillo de chavales? Pues verán: marcar goles marcaban pocos, pero escupían de maravilla imitando a sus ídolos del fútbol. Lógico, porque los chavales también se han fijado en que últimamente en todo partido enfocan siempre a la estrella de fútbol justo cuando tras un esfuerzo escupe al césped. ¿Los realizadores de TV tienen la boca seca? ¿Los jugadores de esta generación tienen ejercitadas hasta las glándulas salivares? No sé, pero hasta vi a un pequeño que antes de rematar a gol hasta se paraba para escupir, que era lo primero. Por supuesto, este detalle no tiene más importancia, aunque con el calor y los salivazos temí que dos o tres niños se deshidratasen. Pero será peor cuando crezcan y en vez de ver escupir se acostumbren a programas basura y, después, a creerse sin ningún espíritu crítico todo lo que le cuenta la tele. Porque eso, aunque no gaste saliva, sí que deshidrata cerebros. De sus padres dependerá.

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