Nada es verdad ni es mentira, sino que todo es del color del cristal con que se mira. Sabio refrán que es muy adecuado para valorar a los rankings de universidades, los cuales se han puesto de moda recientemente al citarlos reiteradamente el ministro Wert para desprestigiar a las universidades españolas ("ninguna entre las 150 primeras del mundo") y justificar así las medidas injustificables que se van a tomar en el contexto de la Educación Superior en España. ¿Quién aconseja a un ministro recién aterrizado? ¿Es que en el Ministerio no saben que un 60% o más del peso relativo de los indicadores de los rankings internacionales describen las actividades investigadoras y, por tanto, son mucho más decisivos que los indicadores puramente docentes que utiliza el ministro? Esta reflexión viene al caso al publicarse el tradicional ranking anual de las universidades españolas. La situación de la UCO en el furgón de cola contrasta con la primera posición obtenida por nuestra Universidad en un ránking elaborado por un organismo de la Universidad Complutense hace un par de años. Es obvio que los criterios e indicadores utilizados y, sobre todo, su peso específico, son muy diferentes. Por experiencias de años anteriores, he podido constatar que la situación de una universidad o de una titulación en el ránking depende críticamente de la eficiencia en la respuesta de las instituciones y sus centros.

Mientras no se alcance un consenso nacional sobre los criterios e indicadores y su peso específico relativo, los rankings que se publican solo interesarán a los medios de comunicación y serán socialmente poco fiables. Ahora bien, cualquier esfuerzo en aras a establecer un enfoque común cae en la indiferencia. Tal es el caso del documento de junio de 2009 promovido por los Consejos Sociales de Andalucía, y del que soy co-autor: http://www.consejosandalucia.org/documentos/inter/RESUMEN.pdfdonde se expone un cuadro de mandos (conjunto ponderado de áreas, criterios e indicadores) que definen dos aspectos cruciales, como son la internacionalización y competitividad de las universidades en docencia (grados, másteres, doctorados y formación permanente), en investigación, en transferencia de conocimiento y tecnología y en visibilidad institucional. Es un modelo flexible e integral fruto de opiniones de muchos expertos consultados, el cual puede servir de base para elaborar una aproximación consensuada por parte de un organismo como el Consejo de Rectores. De esta manera el mensaje social que indudablemente subyace en los rankings universitarios sería más fiable y las comparaciones pertinentes, mejor fundamentadas.

* Catedrático de la UCO