Además de ser el mejor entrenador del mundo en 2009, y el mejor que haya podido tener el FC Barcelona en toda su historia, Pep Guardiola es un señor dentro y fuera del campo y, por si eso fuera poco, ha demostrado ser prudente e inteligente, cualidades que no adornan a su actual presidente, Joan Laporta.

Precisamente por esa elemental diferencia, Guardiola no ha querido firmar su renovación por el club, mientras Laporta lleve las riendas, pero como también es un caballero se ha comprometido verbalmente a continuar hasta que el futuro mandatario lo confirme. ¡Astuto y sabio! ¿Alguna cualidad más?

Por fortuna para todo el fútbol, Laporta no ha podido "vender" ni utilizar la firma de Guardiola para sus intereses políticos, como lleva haciendo con los indiscutibles triunfos del Barça desde la primera copa. Tuvo que ser un andaluz, en Jerez, con toda la televisión presente y a solo veinte centímetros de su cara, quien le dijera a Laporta que no mezclara la política con el fútbol, y que el Barça es apreciado y tiene hinchas en todo el mundo, no solo en Cataluña. Hasta a sus colegas de la misma línea política no les hacen gracia "las gracias" de Laporta, pero parece que él es el único que no se entera. Por eso, Guardiola le ha dicho sí, pero no.

Carlos Luis Ruiz Alcaide

Córdoba