La cuenta atrás para el regreso de 'El Grand Prix del Verano' está a punto de acabar. Después de 18 años después de su última edición en TVE, La 1 estrenará este próximo lunes 24 de julio, a las 22:35 horas, una nueva renovada versión del formato veraniego presentado por Ramón García, que estará acompañado la influencer Cristinini y la actriz Michelle Calvó y que volverá a enfrentar a 8 pueblos con pruebas consagradas y representativas que todos recordamos, otras nuevas que atraparán a los más jóvenes, y muchas sorpresas. YOTELE habla con Ramón García sobre el regreso de 'El Grand Prix del Verano' en TVE.

Te vimos en la rueda de prensa bastante emocionado con el regreso de 'El Grand Prix del verano'.

Soy de lágrima fácil. Cuando ves las imágenes de los inicios, te empiezan a venir recuerdos de los Estudios Buñuel, que ya no existen, de los compañeros que ya no están y que me acompañaron en ese proyecto… Todo eso se agolpa. En este recorrido, he sido padre y cuando hablo de mis hijas me emociono mucho, pero eso es bonito porque eso va pegado al programa y a lo que soy yo a la hora de prensentar también.

¿Tuviste claro en todo momento que querías presentar 'El Grand Prix'?

Desde que se terminó, Carlo Boserman (productor ejecutivo de 'El Grand Prix') y yo hemos estado siempre con la idea de que siguiese. Teniamos muy claro que tenía larga vida, lo que pasa es que hubo un 'impasse' de tiempo donde los grandes programas de entretenimiento desaparecieron de la televisión en España. Aparcamos el proyecto y Carlo se encargaba de visitar cadenas, pero no salía. Cuando conocí a Ibai Llanos, un niño que creció con el programa, estuvimos a punto de hacerlo juntos, pero, por circunstancias, no salió. Y cuando estábamos a punto de ponerlo en marcha en otro sitio, llegó la llamada de TVE y estamos encantados porque esta es la casa natural de este programa.

¿Entendiste las razones que os daban cuando rechazaban recuperar 'El Grand Prix'?

Las razones eran que 'El Grand Prix' era un programa de antes y que no tenía cambiado en la nueva televisión. Les decíamos que no era el formato de antes, que iba distinto. Lo cambiabamos cada año para adaptarnos al tiempo, por eso hemos llegado a un formato nuevo y estabamos engrasados para tenerlo preparado. Las directivas de televisión son las que deciden, pero son etapas. En aquella época, yo hacía 'El Grand Prix', '¿Qué apostamos?', 'Todo en familia', que eran grandes formatos. Es verdad que costaban mucha pasta y, de repente entramos en una televisión donde todo se hace más pequeño. Donde se televisa la radio. Cuando veo programas con seis tíos sentados hablando, que, para mí, eso no es tele, sino radio televisada. Aquí movimientos, juegos, cambios de decorados... Esto es un programa de espectáculo, y es lo que a mí me gusta hacer.

"TVE es la casa natural de 'El Grand Prix del Verano'"

Ramón García

¿Qué cambios habéis introduccido a 'El grand Prix' para encajar en esa nueva forma de hacer tele?

Esa es la gran pregunta y no tengo la respuesta. Yo me planteo cómo vamos a conseguirlo. Me gusta hacer de abogado del diablo cuando juntaba al equipo. ¿Los jóvenes se van a sentar a ver a un tío canoso medio calvo corriendo con dos chicas y dos personas disfrazadas de vaquilla y dinosaurio? ¿Estamos locos? Porque es que ahora no hay vaquillas de verdad, que tenían su punto y es una pérdida grande a la hora de retener espectadores, sobre todo, en las zonas rurales, que es donde se ve mucho 'El Grand Prix'. Ese va a ser mi reto: intentar conseguir eso con este formato que ya tiene sus años. ¿Qué hemos hecho para renovarlo? Ya no hay ballet, hay cortinillas que recuerdan a videojuegos. El papel de Cristinini es fundamental. Desde su cabina de streamer, ella va a retransmitir los juegos junto conmigo. Ella va a llevar ese peso porque lo hace fantásticamente bien. Entonces, ese va a ser el apoyo para la gente joven, de redes sociales.

¿Encajará bien? La expectación es muy grande entre los futuros espectadores. ¿Captaremos a los chavales jovenes? Ojalá. Por otra parte, me planteó si se quedarán con nosotros los espectadores veteranos, porque también nosotros hemos cambiado. Pero creo que igual que antes los abuelos y los padres se lo pasaban bien, los que ahora son padres, ¿por qué no se lo van a pasar bien si lo comparten con sus hijos o nietos? Ese es el concepto: el programa del abuelo y el niño, como decía la sintonía. Hay chavales de 30 años que ya están haciendo quedadas para cuando se emita. Un planazo: noche de verano, ves el programa, te tomas algo, tortilla de patatas, pimientos y carretera. Lo mejor de 'El Grand Prix' es verlo en familia. ¿Lograremos juntar a toda la familia? Yo creo que sí, pero ese es el reto.

Y también ha cambiado el consumo de televisión...

Lo bonito de 'El grand Prix' es que tiene un principio y un final. Es un proceso de tiempo que tiene que verlo para enterarte de lo que pasa, pero es verdad que el consumo de productos audiovisuales ha cambiado. La gente que ve la televisión generalista como antes tiene más de 60 años. ¿Y el resto? Ver las cosas de otra manera, pero las vais a ver. Al fin de cuenta, es un formato audiovisual. Miralo en la tablet, en el movil, en la televisión de siempre, pero echale un ojo.

"Ahora no hay vaquillas de verdad, que tenían su punto y es una pérdida grande a la hora de retener espectadores, sobre todo, en las zonas rurales"

Ramón García

¿Cómo ha sido tu relación con los pueblos? ¿Te han llegado a nombrar hijo predilecto?

Sí. Os voy a contar algo. El primer año ganó Cudillero y entonces me invitaron. Me hicieron 'pixueto de honor'. Estaba Laredo y mi mujer y yo decidimos hacerle una visita. Yo estaba sin afeitar y con una camiseta y, al llegar, nos encontramos con una cola. Viene la Guardia Civil y me dicen que nos estaban esperando. Había pancartas en las casas y tocó la banda de gaiteros de Asturias, todo el municipio, el consejero de cultura... Yo estaba hecho unos zorros, a mí mujer le dieron un ramo de flores y hasta hubo fuegos artificiales. Por la noche hubo cena de gala y ¡no tenía ropa! ¡Me tuve que comprar una camisa allí! Pero lo cierto es que nos lo pasamos genial porque abrieron su oficina de turismo con el dinero que habían ganado.

A partir de ese momento, muchos pueblos me pidieron que les hiciese el pregón, pero no hice ninguno. No podía estar en todos los sitios. No tenía vida. Entonces, por no hacer agravios comparativos, no los hice. Hubiese ganado una pasta porque, por aquella época, se pagaba muy aquello. Daban una pasta.

La mejor campaña de marketing para cualquier pueblo es participar en 'El Grand Prix'.

Lo he dicho antes. El 'Grand prix' son dos horas y media de programa en directo hablando de tu pueblo, en los que ellos hacen su vídeo. No te puedes imaginar ahora con incluso drones, que eso también es destacable. Cuando veáis el programa, la realización será nueva. La iluminación es acojonante. Todas las casas del decorado tienen sus luces. Ahora tiene todo vida. Cada prueba tendra su iluminación. Visualmente, el programa ha ganado muchísimo porque también ha evolucionado la técnica que está detrás, y eso va a ayudar a que guste mucho.

Lo cierto es que el 'Grand Prix' ha dejado huella en muchos pueblos. Por ejemplo, aunque no se haya emitido en este tiempo, muchas localidades organizan en verano sus propias fiestas con juegos.

Y hay muchas fiestas en plazas de toros de ciudades que se hace el 'Grand Prix'. Quiero contar una anécdota muy divertida. Voy paseando por las fiestas de Bilbao y escucho la sintonia del programa. Me dirigo hacia donde sale la música y me veo el logo del 'Grand Prix', yo en un muñeco y esa una atracción con el mismo nombre. Le pregunto al dueño si tenía permiso y no lo tenía. No sabía las cosas que había. Claro, cuando me vieron a mí que estaba de pasada, pensaba que forma parte de ella.

"Visualmente, 'El Grand Prix del verano' ha ganado muchísimo porque también ha evolucionado la técnica que está detrás, y eso va a ayudar a que guste mucho".

Ramón García

¿Te gustaría que volviera ‘¿Qué apostamos?’?

Todo es posible. Antes, había tres '¿Qué apostamos?'. El italiano, que nosotros nos adaptamos más a él, y luego estaba el alemán 'Wetten dass...?', que era semanal y derivó en un programa mensual. Pero, claro, tened en cuenta que, en aquella época, venía Catherine Deneuve, Marcello Mastroianni, Sofía Loren, Claudia Schiffer, Naomi Campbell... He tenido a todas las grandes estrellas mundiales. Aquello era un reclamo muy bonito, pero costaba mucho dinero. Cada apuesta era un decorado, un vestuario y unos invitados distintos... Esa televisión cara ahora no pasa el filtro de los presupuestos de las televisiones. Por eso se dejaron de hacer los grandes formatos.

¿La posible vuelta? Muy clara. Siempre hay gente con talento que te dejaban la boca abierta. Eso es era el '¿Qué apostamos?'. Los invitados eran muy llamativos, pero lo importante eran las apustas. Aquellas personas que hacían aquellas cosas, que parecían increíbles pero eran reales. Dicen que está volviendo la televisión de los 90. Yo ahí lo flipé en aquellos años.

¿Te gustaría presentarlo con Ana Obregón?

Sería una fantasía. Imagínate…

"Esa televisión cara del '¿Qué apostamos?' ahora no pasa el filtro de los presupuestos de las televisiones. Por eso se dejaron de hacer los grandes formatos".

Ramón García

¿A qué achascas ese regreso de esa televisión de los 90s?

La televisión es cíclica. La nostalgía siempre vuelve y tira de los formatos y la falta de creatividad. ¿Por qué hay formatos que se parecen a otros reconocidos? Porque no hay nuevas ideas. Es como la música. A veces escucho canciones que les digo que se parecen a otras del pasado. Entonces, les pongo la original y me dan la razón. Son mezclas nuevas de la música que se hacían en los 70 o en los 80. Pues en la tele pasa igual. Hay programas que formaron parte de la tele y, sobre una base de creatividad, se crean sucedáneo. Cuando alguien dice que 'El desafío' se parece a '¿Qué apostamos?', ya lo han dicho: se parece. A Pablo Motos le he dicho que los juegos que hace yo lo hacía a lo grande en '¿Qué apostamos?', pero todo viene de ahí. Tú lo has visto antes, y sobre eso, cuando llegas a producir, dices que quieres hacer eso que viste, pero eso está hecho. Lo bueno es crear otras cosas.

En Castilla-La Mancha Media sigues triunfando con 'En compañía'. ¿Te gustaría llevarlo a la televisión nacional?

Me encantaría. Ayer mi programa fue récord de audiencia en las televisiones autonómicas con dos viejos desdentados y una vieja viuda. Ese es el programa, ¿pero sabéis por qué funciona? Por las emociones, porque son historias de verdad, y yo disfruto con esto. Tengo 61 años, el año que viene cumplo 40 de profesión, y yo ahora voy feliz a Toledo porque sé que voy a ayudar a alguien de verdad. Entonces, hacer un programa en la televisión pública y poder ayudar a un ciudadano para acabar con su soledad, que esta es la pandemia real entre gente joven y mayor, para mí es un lujo. Juan y Medio lo hace en Andalucía con el mismo formato y yo lo hago en Castilla-laMancha y sería un bombazo hacerlo a nivel nacional porque llegaríamos a más gente.