La táctica supersticiosa de cambiar la edición número 13 de Gran hermano por la 12+1 le ha acabado dando buena suerte al programa de Tele 5, que hoy se despide de la audiencia. Después de casi cinco meses repletos de giros y sorpresas, la cadena pone el broche final a una de las ediciones que más satisfacciones le han proporcionado, tanto en los audímetros como en los foros de opinión. David Bisbal, que cantará el himno compuesto para la Eurocopa, es la estrella invitada de una gran gala final con aroma a celebración.

"Si algo va bien, hay que celebrarlo", comentaba ufana Mercedes Milá en la presentación del pasado jueves. Y es que los números de esta temporada desafían a todos los que daban al formato por muerto: un 20% de audiencia media y una larga ristra de liderazgos en el horario estelar de los jueves y de los lunes, donde se ha colocado otra gala semanal para explotar el gran gancho del reality .

"La regularidad del programa ha sido asombrosa y su capacidad para sorprender sigue intacta", afirma el director de contenidos de Tele 5, Manuel Villanueva, para quien el espacio producido por Zeppelin "no ha tenido rival" esta temporada. "Gran hermano tiene mucha musculatura y mucha vida", advierte a aquellos que en su día se apresuraron a enterrarlo.

Milá sitúa la clave de su longevidad en la "genialidad" de los guionistas, que son "unos magos que sorprenden siempre". La presentadora cree que algunas de las originales ideas de este año, como la final ficticia que vivieron los concursantes, "serán copiadas por otros países".

A la final han llegado Alessandro, Dani, María y Pepe después de la inesperada eliminación de Sindi, que era una de las mayores favoritas para llevarse el maletín de 300.000 euros. Pero los que fracasen en el intento tendrán una segunda oportunidad, ya que Tele 5 se ha inventado una prolongación de Gran hermano: La revuelta , sin que hasta el momento haya dado muchas pistas de cómo se va a desarrollar, ni el formato.