Debido a las altas temperaturas que se registran en verano en España, todos los remedios para poder combatirlas son buenos. Uno de ellas es elaborar platos refrescantes, y dos de los platos estrella del verano son el salmorejo y el gazpacho. Son dos platos muy sencillos de hacer, lo que permite que cualquier persona pueda elaborarlos, pero si no sabes aquí te mostramos cómo preparar estas recetas que no pueden faltar en tu casa estos días.
Salmorejo
El salmorejo originario de Córdoba es una receta de muy fácil elaboración que se puede hacer en solo 10 minutos. Para la realización serán necesarios los siguientes ingredientes:
- Alrededor de 1 kg de tomates pelados y lavados.
- 2 rebanadas de pan de miga troceada.
- En torno a 125 ml de aceite de oliva.
- Medio ajo.
- Sal
- Se le puede añadir huevo duro (opcional)
Elaboración
Para conseguir un exquisito salmorejo, estos son los pasos que hay que seguir:
- Tritura el tomate en la batidora y luego quita las pepitas y su piel.
- Mete el ajo en la batidora y tritura hasta que se empiece a obtener crema.
- Añade los trozos de pan de miga y la sal y luego tritura. Espera 10 minutos hasta que macere.
- Añade el aceite y mézclalo hasta que se consiga una crema con textura sedosa.
- Guárdalo en una nevera para que se enfríe. Si quieres, puedes añadir huevo duro.
Gazpacho andaluz
Otro de los platos estrella del verano es el famoso gazpacho andaluz. Es uno de los más tradicionales de la gastronomía española, puesto que su origen data del siglo XVI. Se trata de un plato muy sencillo que cualquier persona puede hacer. Para ello, los ingredientes que se deben utilizar son los siguientes:
- 1 kg de tomate maduro.
- 100 mililitros de aceite de oliva virgen extra.
- 1/2 pepino.
- 1/2 pimiento verde.
- 150 gramos de pan blanco.
- Sal.
- 2 cucharadas de vinagre.
Elaboración
Para llevar a cabo la receta del gazpacho se deben seguir los siguientes pasos:
- Pela y limpia los tomates. Pela el pepino, el ajo y se corta el pan.
- Echa todos los ingredientes en la batidora y añade aceita de oliva. No olvides trocear el pepino.
- Pasa lo resultante a un chino o colador para quitar los trozos de piel y pepitas que hayan podido quedar.
- Finalmente, mételo en la nevera para que se enfríe. Dependiendo de lo frío que lo quieras, lo puedes meter una hora o más.
