Para conocer la grandeza del Palacio de Congresos de Córdoba, debemos remontarnos hasta el siglo XVI. Situado en un entorno cultural único, en pleno corazón del casco histórico de la ciudad y frente a la Mezquita-Catedral, este edificio emblemático fue construido entre los años 1512 y 1516, obra del arquitecto Hernán Ruiz ‘El viejo’. Nuestro Palacio de Congresos se erige sobre el que fuera el hospital de San Sebastián, pasando a ser casa de maternidad y expósitos tras la construcción de un nuevo hospital en la ciudad en 1724 y hasta 1850, cuando fue adquirido por la Diputación de Córdoba. Su aprovechamiento como palacio de congresos de la ciudad no llegaría a resolverse hasta más de un siglo después, en 1980, tras 20 años de inutilidad. Este edificio es considerado una de las mayores representaciones del Gótico humanista de la ciudad de Córdoba, así lo recoge la placa que adorna su fachada, estando calificado como Bien Protegido del conjunto histórico de la ciudad. En sus orígenes, este espacio gótico flamígero y de influencia renacentista fue creado con las funcionalidades propias de los modelos convencionales de edificios sanitarios, centrando su núcleo principal en el Claustro (Patio Mudéjar) y la capilla, a la que da acceso el majestuoso pórtico de entrada de la calle Torrijos.