Ganado: cinco novillos de Juan Antonio Ruiz Román, bien presentados.

Kevin de Luis: silencio tras aviso y silencio.

Antonio Grande: vuelta tras aviso y oreja.

Raphaël Raucoule ‘El Rafi’: silencio y vuelta al ruedo.

El novillero salmantino Antonio Grande cortó la única oreja del decepcionante festejo celebrado ayer en la plaza de la Maestranza, premio a una labor más esforzada que brillante en la que pesó la fulminante estocada.

Kevin de Luis tuvo que lidiar en primer lugar el basto sobrero que sustituyó al inválido titular. Fue un animal con buen tranco, un punto rajado y escaso de fuerzas con el que se mostró voluntarioso, llegando a encontrar cierto acople al final de su larguísima labor. Con el cuarto, un animal deslucido y vacío, alargó el trasteo sin sentido.

Antonio Grande se las vio en primer lugar con un utrero un punto tardo pero de embestida profunda y rebosante con el que estuvo más compuesto que resolutivo aunque, eso sí, brilló con el capote. El quinto lugar tuvo que apechar con el sobrero de Dolores Rufino, un ejemplar bruto y deslucido al que robó algunos muletazos.

El debutante francés El Rafi no pudo estar nunca a gusto con un tercero rebrincado que siempre pegaba derrotes en el embroque. El Rafi se encontró en el sextor con un utrero obediente y colaborador al que no terminó de exprimir en una faena voluntariosa.