Los taxistas de Madrid intensificaron ayer sus protestas, concentradas en torno al recinto ferial Ifema -donde los reyes inauguraron Fitur-, lo que dejó al menos 11 heridos leves y un taxista detenido, mientras los de Barcelona votaron, en un clima de división, si mantienen la huelga.

En Madrid, los taxistas acordaron ayer en asamblea seguir con la huelga y las movilizaciones hasta lograr una regulación satisfactoria de los vehículos de alquiler con conductor (VTC). Posteriormente, varios cientos de taxis iniciaron un «paseo por Madrid», lo que congestionó la zona de los recintos feriales y la carretera de circunvalación M-40, y dificultó la salida de las personas que habían acudido a Fitur.

El área de Ifema se convirtió, durante toda la jornada, en el epicentro de las protestas, con cortes de tráfico, encontronazos con la policía e incluso hogueras. A primera hora de la tarde, sanitarios del Samur-Protección Madrid habían atendido a once personas por heridas de carácter leve, cinco de ellos agentes de la Policía Nacional.

Los reyes, que inauguraron Fitur, accedieron a Ifema por la entrada norte -que estaba despejada-, al igual que en años anteriores. A pesar del asedio de los taxistas, el número de visitantes a Fitur había aumentado un 1% hasta las 15.00 horas, según el director general de Ifema, Eduardo López-Puertas. Centenares de taxistas cortado un tramo de la M-40 en ambos sentidos a la altura de la salida 7, donde se registraron encontronazos con la Policía Nacional y donde fue detenido un taxista.

NEGOCIACIONES / El presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, aseguró que está dispuesto a negociar todo con los taxistas menos el tiempo de precontratación de los VTC, un asunto que, en su opinión, corresponde a los ayuntamientos. La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, pidió al sector del taxi y a la Comunidad de Madrid que se sienten a negociar.

En Barcelona, los taxistas empezaron a votar a las 18:15 horas en la plaza de Catalunya para decidir si siguen con la huelga. La votación, que comenzó con retraso, se prolongó durante cuatro horas. El inicio de la consulta estaba previsto para el mediodía, pero se pospuso por las discrepancias del colectivo de taxistas, diferencias que llevaron al portavoz de Élite Taxi, Alberto Álvarez, una de las caras visibles de la protesta, a abandonar el comité de huelga.

El conseller de Territorio, Damià Calvet, defendió la «proporcionalidad» de la última propuesta de la Generalitat, que amplía a una hora el plazo de precontratación de los servicios de VTC. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, dijo que la propuesta «es de sentido común». Por el contrario, el presidente de la Autoridad Catalana de la Competencia, Marcel Coderch, anunció que impugnará el decreto de los VTC si restringe la competencia. Coderch insistió en que, si los taxis y los VTC prestan el mismo servicio, deberían regularse en una sola ley.

Un portavoz de Uber señaló que, si se aprueban finalmente esas restricciones a la actividad de los VTC, la compañía no seguirá prestando su servicio UberX en Barcelona. El fundador de Cabify, Juan de Antonio, dijo que «no hay que precipitar» la decisión sobre la presencia de su empresa en la capital catalana, pero precisó que la aprobación de la normativa propuesta por la Generalitat sería como una expulsión.