La revista del Consejo General de la Abogacía Española ha publicado por primera vez un estudio contra la discriminación gitana en el ámbito del derecho penal. Bajo el título Desventuras de un abogado penalista gitano, el abogado cordobés Marcos Santiago Cortés, letrado del Colegio de Abogados de Córdoba y colaborador de Diario CÓRDOBADiario CÓRDOBA, analiza, a través de su propia experiencia, la situación de la comunidad gitana ante la justicia.

En ese sentido, el autor del estudio señala como a pesar de que el pueblo gitano es una "minoría reducida" en España, ocupa entre un 15% e incluso el 30% de la población en las cárceles. "Para que esta cifra fuese socialmente lógica, como mínimo tendríamos que poblar España unos 15 millones de gitanos [cuando no llegan al millón], así que algo falla".

En un extenso artículo, el abogado expone datos y argumentos para concluir, entre otras cosas, que "quizá el pensamiento viejo que tienen los operadores jurídicos sobre el pueblo gitano, aún se nutre de los prejuicios y tópicos que pudieran influir en la forma de instruir y enjuiciar los delitos".

Aún así, Marcos Santiago Cortés cierra su estudio con optimismo: "Pero está naciendo otro recurso que quizá sea el más efectivo: con el sobreesfuerzo de los gitanos juristas por cambiar esa mala imagen de tú a tú, los operadores jurídicos se están volviendo profesionales del derecho. Y este cambio tan humano, es lo que en realidad está derogando para siempre, al terrible derecho penal de autor que bien entrado el siglo XXI, sigue insistiendo en amargar la libertad y por tanto la vida del pueblo gitano".

[Desventuras de un abogado penalista gitano (PDF)]

Un enamorado de su profesión

"Ser abogado penalista no solo es una profesión donde se gana dinero -escribe Marcos Santiago Cortés al inicio de su artículo-, sino que es, en muchísimas ocasiones, una actividad altruista y por tanto humanista que lucha por la libertad de las personas".