El Gobierno ha dado luz verde este viernes al reglamento de adopciones internacionales, que persigue reducir los tiempos de tramitación, que hasta ahora son «farragosos y largos», agilizar los procedimientos y otorgar mayor seguridad jurídica a los menores y las familias adoptantes. Así lo anunció la ministra de Sanidad y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, tras el Consejo de Ministros, donde explicó que este reglamento contempla además la creación de un registro nacional de organismos acreditados de adopción internacional y de reclamaciones e incidencias. La nueva regulación permite a las familias elegir el organismo acreditado con el que gestionar su procedimiento y fija un único modelo de contrato e idénticos costes de los trámites. Será la Dirección General de Servicios para las Familias y la Infancia la que iniciará, suspenderá o paralizará la tramitación de las adopciones con los países de origen de los menores. Esta dirección, previa consulta a las comunidades autónomas, determinará el número de expedientes nuevos que pueden tramitarse con cada país. Con este sistema, Sanidad pretende evitar que se acumulen expedientes en eso países y adecuar las necesidades de los menores a los ofrecimientos de las familias adoptantes.