Las pacientes con cáncer de mama metastásico tienen disponible desde principios de este mes un fármaco oral, descubierto con la colaboración de la investigación española, que aumenta la supervivencia libre de progresión a 28,2 meses, con lo que la duplica frente a la terapia hormonal. Así lo constatan los resultados de los estudios preclínicos y clínicos realizados sobre el fármaco abemaciclib, comercializado como Verzenios y desarrollado por Lilly, según señala el doctor Miguel Martín Jiménez, jefe del Servicio de Oncología Médica del hospital General Gregorio Marañón.

El abemaciclib, según Martín, reúne un perfil farmacológico que se acerca al ideal del tratamiento médico porque es «capaz de contribuir a cronificar el cáncer de mama» y consiste en unas simples pastillas «capaces de controlar la enfermedad de una forma nunca vista con anterioridad en las pacientes con tumores hormonales, con muy pocos efectos secundarios y muy bien toleradas». Antes, las mujeres con cáncer metastásico de mama recibían como terapia estándar, cuando recaían y tenían metástasis, un tratamiento hormonal que permitía que la enfermedad se controlara durante un año, pero al cabo de ese tiempo no respondían a esa terapia y ofrecían resistencia.