A las 18.51 horas de ayer, la Agrupación informaba de la suspensión de la procesión de este año de Las Angustias, pocos minutos después de su hora oficial de salida y sin necesidad de apurar la media hora de cortesía para tomar la difícil decisión de salir o quedarse en el templo. Para esa hora, el 112 había registrado ya en Sevilla medio centenar de incidencias de un chaparrón de agua y granizo que había inundado puntos de la ciudad. Y ya se sabe que cuando una nube sube desde Sevilla...

Córdoba se quedó sin la procesión de la decana de las hermandades, de ese conjunto escultórico que cada año parece más bello (puede que con internet y otras cosas de estos tiempos estemos bajando el listón estético), sin la música de Coronación de Espinas y sin tantos otros aromas a ese señorío popular de Las Angustias. Tuvo que ser un debate angustioso el del cabildo de aguas... para una decisión sensata.