Procrastinar es un verbo desabrido, que recoge la RAE con el significado de diferir o aplazar y que se ha puesto de moda, aunque su concepto es tan antiguo que hasta hay refranes para combatirlo, como ese de «no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy». El verbo es feo, así que la Fundación Cajasol no lo utiliza, y, para un taller que convoca el próximo 20 de febrero en su sede de Córdoba, ha puesto, acertadamente, el título Supere el hábito de postergar, explicando que esta es una causa de estrés crónico y que «por suerte, tiene solución». Así que el abogado y coach Christian Lamm explicará a los que se inscriban en el curso la forma de combatir este problema, que, aunque parezca raro, afecta a personas responsables y autoexigentes.