Ha pasado agosto y, ¡cómo no!, ha hecho calor.Como todas las mañanas he salido de casa temprano, antes de las 07:00 h, para acercarme al circuito de El Tablero y darle varias vueltas andando. Esto no es nuevo en mí. Corría el verano del 91 cuando comencé mi andadura por este circuito por el que «casi» todo el año practico. Bien digo «casi», porque cuando llueve no voy, ya que se inunda y no se puede andar por él. Menos mal que no llueve con asiduidad en nuestra tierra... Mi gran sorpresa ha sido encontrarme con personal del Ayuntamiento, de Infraestructura concretamente, que vienen a limpiar el recinto. ¡Por fin! ¡Qué alegría!

Si no recuerdo mal, hace casi diez años que nadie del municipio viene a este circuito para limpiarlo, podar sus árboles, desbrozarlos, barrer hojas y naranjas secas... ¡Es una pena el abandono en que este parque está sumido!

Confío en que, además de adecentarlo, el Ayuntamiento no olvide nunca que este recinto es un pulmón para toda la zona colindante. Por otra parte, considero que personas preparadas en el tema deberían ver y estudiar la situación en que se encuentra.

No conozco la superficie ocupada por el circuito, pero son 2.000 metros de camino habilitado para pasear, andar, correr..., que por cierto necesitan también un «arreglito». A lo largo del trayecto, que yo haya contado, hay «siete» papeleras y «cuatro» bancos de piedra y una «única» fuente al principio del circuito, en la calle Poeta Juan Ramón Jiménez. ¡Parece que la infraestructura no está ni bien terminada, ni bien dotada!

Las indicaciones y elementos deportivos aún existen..., pero de aquella manera: unas arrancadas, otras pintadas... Sí, ya lo sé, hay quien pinta y rompe..., y ¡qué le vamos a hacer!, si hay quien no tiene el vestido o traje de la educación y respeto a punto para lucirlo...

Ya que está quedando limpio, despejado, bonito, con mis árboles contentos porque ya respiran mejor y entre ellos hay mejor comunicación, se escucha cómo el almezo le canta al fresno por alegrías, su color se ha intensificado; el olivo se ha relajado y charla con el naranjo, que está tocando las castañuelas acompañando el baile.

Un pequeño esfuerzo más creo valdría la pena. Por ejemplo, poner césped, si no en todo el circuito en varias zonas, con su riego correspondiente. Daría un poquito de frescor y embellecería el ambiente. Otros parques lo tienen y no creo que el coste sea tan grande para que no se pueda llevar a cabo.

La caseta de W.C., cerrada hace no sé cuantos años, ¿qué pinta si no se arregla ni se le da uso? La pista de cemento, bueno, ahí está, para patinar en ocasiones, o para jugar al fútbol, o para hacer gimnasia... pero su piso debería arreglarse.

En definitiva, sería estupendo que este recinto tuviera los cuidados que otros parques y circuitos de la ciudad, incluso más antiguos, como el ‘Cruz Conde’, o más modernos, como La Asomadilla. Eso sí, por favor, con normas para los dueños de perros. Gracias.

<b>María Riolobos Rendón.</b>

Córdoba