Uno de los nefastos personajes, que interviene el viernes de la Semana Santa de la Pasión de Cristo, el prefecto de la provincia romana de Judea, Poncio Pilato, y que el común entiende como aquel que ante la injusticia, que contra Jesús de Nazaret se esgrime, exonerándose de ella se lava las manos ante la multitud, la historia le confiere una acción que sobrepasa esa sola acción exculpatoria del lavatorio con la que pretende liberarse aduciendo, ante la iniquidad que se comete, cuan si fuese débil de genio, duda y pusilanimidad.
Pero Pilato es el arrogante y engreído delegado de Roma, de carácter inflexible, duro y absolutamente desconsiderado, según relata el filósofo Filón de Alejandría, que para irritar a la multitud, cuyas creencias religiosas rechazaba el uso de ídolos, coloca en el palacio de Herodes Agripa, en Jerusalén, unos dorados escudos dedicados al emperador Tiberio, así como enarbola estandartes con el retrato de aquel en la cima de la torre Antonia. Y no titubea, con el pretexto de construir un acueducto para la ciudad, instigando al mismo tiempo la repulsa de las gentes, en utilizar para ese fin una parte de los fondos del Templo que se consideraban sagrados, provocando una violenta manifestación de los judíos, principalmente incentivada por la elite sacerdotal del Sanedrín. Mas, anteponiéndose a la revuelta, introduce entre la multitud agentes disfrazados de civiles con la orden de golpear sin freno con porras y machetes a los manifestantes a su sola indicación. Muchas personas murieron, apunta el historiador Flavio Josefo, o a causa de los golpes recibidos, o pisoteadas tras la estampida subsiguiente que se produjo por los que intentaron escapar.
Durante el desarrollo de estos acontecimientos y al hilo de ellos, Jesús, que ya se había enfrentado a los cambistas y mercaderes que operaban en las puertas del Templo, es detenido por una cohorte armada cuando se encontraba descansando en el huerto de los olivos. Otras personas también fueron encarceladas, entre ellas las dos que acompañaran a Cristo en el Gólgota, y Barrabás.
* Doctor ingeniero agrónomo. Licenciado en Derecho
