De nuevo otro muerto en el trabajo, esta vez un camionero, P.J.A.R. de 40 años, tras sufrir un accidente en la madrugada del 7 al 8 de marzo en la A-4 a la altura de Pedro Abad. Esta será otra muerte que no entrará en las estadísticas oficiales al haber fallecido casi un mes después, en la UCI del Reina Sofía de Córdoba. Una gran injusticia basada en una gran hipocresía (ya que no se considera siniestralidad laboral si fallece 48 horas después de haber sufrido el accidente). Nos preguntamos: ¿De qué ha muerto entonces? La HOAC, mujeres y hombres encarnados en el mundo obrero, denunciamos las malas condiciones de trabajo en el sector del transporte: largas jornadas laborales, un solo día a la semana de descanso, nocturnidad, malas condiciones de vida (se sigue durmiendo en el camión, comidas poco apropiadas...), lejos de la familia durante días e incluso semanas, con un nivel de estrés elevado por la prisa y la puntualidad exigida en las entregas, etc. A esto hay que añadir: las malas condiciones de las carreteras, la climatología adversa y el hecho de que la mayoría de los camioneros no son propietarios del vehículo que conducen, lo que significa que han de confiar sus vidas en la persona legalmente responsable de asegurar que el camión esté en buenas condiciones. Todo ello provoca que la siniestralidad en este sector sea tan alta.

A pesar de lo anterior hay muchas posibilidades para la prevención. Una organización del trabajo que posibilite ritmos más humanos, que respete de manera rigurosa los descansos, el establecimiento de rutas por tramos que planifiquen la distancia a recorrer, evitando las horas punta y muchas otras medidas que pueden minimizar los factores de riesgo en la carretera.

Afirmamos con Monseñor Osoro, arzobispo de Madrid, en su carta pastoral con motivo del 1º de mayo de 2016 que «nada compromete el sueño de Dios para el mundo del trabajo tanto como el desempleo, el trabajo precario o la explotación sin escrúpulos de los más vulnerables». Por eso nos concentraremos hoy, a las 20.00 horas, en el bulevar del Gran Capitán, junto a la parroquia de San Nicolás, en solidaridad con él, cpon su familia y con todas las personas que sufren la siniestralidad laboral y la falta de salud en sus trabajos.

Por eso seguimos gritando: ¡El trabajo es la vida, ni un muerto más! H

<b>Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC)</b>

Córdoba