El Metro de Madrid cumple 100 años y fue inaugurado por Alfonso XIII en 1919. Lo utilicé por primera vez en 1952 recién llegado a Madrid y lo sigo utilizando. Pero hay personas, ejecutivos y políticos, que a causa de la huelga de taxis han viajado en metro por primera vez en su vida para llegar a Fitur. Han viajado en vagones de alta tecnología a través de estaciones luminosas que nada tienen que ver con aquellas de 1919. Ni con las de mi época estudiantil en unos vagones mortecinos donde viajábamos apretados y apestados. Conocí el metro londinense (Underground) en 1954 y pensé: «Esto sí que es un buen transporte público para todo el mundo». El de Madrid parecía diseñado solo para estudiantes pobretones, soldados de reemplazo y trabajadores que aun ni soñaban en tener algún día coche propio. En el metro de Londres viajaban gente de todas las clases sociales incluidos oficiales del Ejército, como aquel almirante de Marina que leía el periódico a mi lado. Aparte del ruido que producían las ruedas de los vagones, lo único que se oía era el sonido del papel al pasar las hojas de los diarios. Todo el mundo iba leyendo periódicos o libros. El metro de Madrid supera actualmente al de Londres en la faceta de modernidad y tecnología. Pero por desgracia el londinense nos supera en la lectura de periódicos y libros. El metro madrileño es tan «moderno» que hace unos días solo yo leía un periódico de papel en aquel largo vagón. Lo que predominaban eran pulgarcitos/as que tecleaban con los pulgares sus teléfonos móviles. Seré tachado de antiguo pero prefiero ejercitar mi cerebro y no mis dedos.

* Periodista