Parece mentira, con lo simpático que resulta en sus papeles como actor, pero no debe ser igual en su faceta de político, pues un informe de la Diputación de Barcelona le achaca maltrato laboral a sus subordinados en el área de cultura de la institución. Aunque amagó con dimitir, al final desea continuar como concejal en el Ayuntamiento de Barcelona y lo que hará es abandonar el grupo de ERC.