La combinación de astucia, cautela y arte con la que se pretende engañar es la definición de fullería, mientras que la coherencia es la actitud lógica y consecuente con los principios que se profesan. El abrazo de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias supone la combinación de fullería y coherencia que, por sus definiciones en la RAE, son de difícil convivencia ya que no implican una sinergia, como nos pretenden vender, sino un sinsentido con el propósito de alcanzar el poder y un salvavidas para los dos, que han perdido cientos de miles de votantes y 10 (3+7) escaños en el Congreso y la mayoría absoluta en el Senado. Así, tanto Pedro como Pablo, han “triunfado” pese a que realmente han perdido seguidores respecto a las elecciones generales de abril de este año. Es la magia de la política, en la que tres más tres puede ser siete o cinco según convenga; si por casualidad es seis, todos contentos incluida las Matemáticas.

El "sanchismo"

El calificativo “fullero” no es aplicable al PSOE sino a Pedro Sánchez, o al “sanchismo” como se dice ahora. La moviola es demoledora para él y sus adláteres. Se justificaba que una coalición de gobierno entre el PSOE y Unidas Podemos (UP) seria nefasta para España por las divergencias constitucionales sobre la unidad territorial, por la permisividad con que se protegería al procés, por la falta de experiencia en gestión de los miembros de UP para ser ministros, por el insomnio declarado de Pedro Sánchez al gobernar con UP, por la incompatibilidad personal entre los líderes que llegó hasta el veto, etc. El giro copernicano de Pedro, en solo un día y sin consultar a las bases, que tampoco le han respondido como Tezanos esperaba, ha supuesto un duro golpe para muchos socialistas y españoles que no ven bien el gobierno de coalición, porque no está en la idiosincrasia del PSOE forjada durante 140 años y la más que probable desconfianza de los poderes económicos nacionales e internacionales, que no se han pronunciado con claridad hasta ahora. De alguna manera, este partido ha dejado parcialmente de ser “de estado” al ceder en la defensa de la Constitución. El autogobierno de Cataluña es apoyado por UP.

UP ha perseguido en las dos citas electorales de este año que iban a por el poder como única manera de implantar sus políticas sin esconderlo a la opinión pública. Es un ejemplo de coherencia. Si UP ha disminuido de escaños y votos desde las anteriores elecciones generales ha sido por su comportamiento incomprensible para la izquierda en la investidura de julio, en la que no aprovechó la oportunidad de un gobierno de coalición que ahora parece va a conseguir. Bravo, Pablo por la perseverancia que es acertada porque UP, sin estar en el Consejo de Ministros, era un partido llamado a estrellarse como lo ha hecho Ciudadanos.

Aunque todavía no se conoce la composición de gobierno de coalición ni los ministerios que ocuparan los designadas/os por UP, si es preocupante el futuro de esta coalición. Deberán superar barreras casi infranqueables y no dar apariencia de que hay dos gobiernos. El respeto mutuo, la lealtad y el consenso son los tres “cuellos de botella” que deberá superar el Consejo de Ministros mixto y con el tiempo ensancharlos por su paso continuado por ellos. Los ciudadanos españoles lo necesitan. Sería terrible un fracaso de la coalición que nos condujese otra vez a elecciones generales en 2020. Otro factor importante para la estabilidad de este gobierno de coalición serán los acuerdos con minorías independentistas, nacionalistas y localistas que son necesarios ya que PSOE y UP no suman para la investidura. Estos acuerdos no pueden ser puntas de icebergs para la opinión pública y luego contengan acuerdos reales graves que corresponderían a la masa sumergida del iceberg, tal como ocurrió en la moción de censura. En ningún caso se puede ceder a exigencias anticonstitucionales o no justificadas (ej, nombramiento de un relator en la posible mesa de partidos en Cataluña),

Así que, adelante los dos Picapiedra, con Wilma bien colocada desde la Moncloa y Betty ya diputada influyente, que a lo mejor acaba de ministra, aunque no lo creo si va a ser su marido vicepresidente. Ahora a esperar que Pedro y Pablo no se peleen.

* Profesor jubilado de la UCO