Como era de esperar el Defensor del Pueblo de Cataluña, el Sindic de Greuges, ha recomendado al presidente de la Generalitat que retire los lazos amarillos y las esteladas de los edificios oficiales. Eso permite al president propagandista dar a entender que atiende a las instituciones catalanas, y no a la Junta Electoral Central. Quim Torra nada y guarda la ropa, se expresa con soflamas incendiarias pero procura no tener problemas con la ley. Aun así, el favor principal del Síndic ha sido callarse, pues ya recomendó el viernes pasado que se siguieran las órdenes de la JEC. Otra falsa puesta en escena que probablemente no ha terminado. Veremos si en esta ocasión Torra se zafa o la desobediencia, aunque sea por unas horas, le sale cara.