Hoy en día observo que el grafiti es el nuevo arte callejero que se expresa con pixeles y watios en lugar de spray. Los grafitistas dicen que tienen necesidad de espacios (que no hay aunque parezca mentira) y que para eso apuestan por el grafiti como un estilo capaz de mejorar el entorno urbano. Generalmente el grafitista no reivindica nada, tan solo su ego como autor; pienso que es un fenómeno al margen de lo habitual, porque no ha abandonado el vandalismo, pero a la vez su obra se valora. Muchos de ellos opinan que sus pintadas, en muchos casos, no solo es provocación o vandalismo, sino denuncia de la situación de muchas ciudades, el abandono o el deterioro urbano. Pero bien es cierto que por culpa del vandalismo de muchos grafitistas las ciudades gastan millones de euros en limpieza de los edificios, y no es justo. Por ello, ¿es el arte del grafitis una cultura vandálica o un deseo de aplicar el arte urbano?