Hay preocupación ante el inicio del curso escolar en septiembre ya que el covid persiste. Los inspectores de Educación ven problemático el regreso a la escuela. Pero advierten que la enseñanza online es la antiescuela. Coinciden estas advertencias con las declaraciones del director del Colegio Cervantes, don Francisco J. Perea. La pandemia que no cesa ha cambiado el modelo tradicional de educación. Naturalmente no se puede estar en contra de la escuela virtual. Yo no añoro mi máquina de escribir Olivetti ni mi máquina eléctrica. Con el ordenador es mucho más fácil la escritura. Pero llevan razón. La enseñanza no solo consiste en trasmitir conocimiento, es mucho más. Yo que soy no antiguo sino antiquísimo alumno del Colegio Cervantes puedo confirmarlo. Recuerdo nítidamente a los hermanos maristas don Tomas, don Florentino y don Juan. Don Juan dirigía la clase segunda de Primaria. Recuerdo la primera vez que nos colocó a los alumnos alrededor del aula para leer. Al ser yo nuevo me situó en el último lugar, me dijo que leyese y cuando acabé me llevo al segundo lugar de la fila. Aquello me provocó un amor a la lectura que me ha servido para ser lo que hoy soy: lector infatigable de letra impresa.